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Martí y Trias escenifican su acercamiento en Barcelona

El PSC se abstiene en la proposición sobre el IBI y la Iglesia

Camilo S. Baquero
Jordi Martí, líder del PSC de Barcelona.
Jordi Martí, líder del PSC de Barcelona.CARLES RIBAS

El líder socialista Jordi Martí alertaba esta semana de la "falta de un gesto" por parte del alcalde Xavier Trias para despejar un pacto en el Programa de Actuación Municipal (PAM). Llegó ayer. El PSC y CiU llevaron su acercamiento más allá de una foto y sellaron su primer gran acuerdo en solitario en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, de espaldas a Iniciativa y el PP, y con la abstención de Unitat per Barcelona (UxB), una maniobra que allana el camino en las conversaciones para un acuerdo sociovergente -o al menos una abstención- en el PAM.

La propuesta central que el PSC llevaba al pleno era un "nuevo pacto político y social sobre la educación", que reivindicaba el modelo construido durante los 32 años de mandato de izquierdas. El texto contenía puntos como la "prevalencia del sistema de gestión pública" en las guarderías municipales; que el gobierno Trias asumiera "con fondos propios" la construcción de cinco escuelas que aún permanecen en barracones y la "recuperación" de la sexta hora en los centros educativos para dedicarla a la enseñanza de una tercera lengua, entre otros.

Sin embargo, tras pasar por las manos de CiU, en la propuesta se habían limado todas estas aristas. La sexta hora ya no se recuperaba, sino que se evaluaba su aplicación, y se eliminaban apartados como el de la gestión pública de las escoles bressol y el de la construcción de las escuelas, fiandolo todo a la decisión de la Generalitat. Jordi Martí alertó de que la educación en Barcelona se encuentra en "retroceso" y señaló que la medida busca, precisamente, "frenar el descenso en las cotas de calidad que se habían alcanzado, es un plan de choque". El regidor de Educación, Gerard Ardanuy (CiU), le respondió que "el retroceso viene de la herencia recibida" y que, más que un plan de choque, era "un paso para intentar un consenso".

Más allá de las críticas del Partido Popular (PP), la más punzante fue la de UxB. "Este es un acuerdo táctico dentro del Ayuntamiento, no dentro de la educación", aseguró el republicano Jordi Portabella. Por su parte, el ecosocialista Ricard Gomà atacó a sus exsocios de gobierno por considerar que el texto era "puramente declarativo" y renunciaba a defender "explícitamente" el modelo Barcelona de educación, "un clamor que está en la calle". Precisamente, en la plaza de Sant Miquel, unos 60 profesores del Consorcio de Educación protestaban por los recortes. Martí le reprochó a Gomà que "nadie es el representante de esta protesta".

El desencuentro de los antiguos socios se acentuó en la votación de la propuesta de Iniciativa para instar al Gobierno central a que modifique la ley que bonifica fiscalmente a la Iglesia y otros cultos en el pago del IBI. Gomà denunció que Cáritas solo recibe el 3,9% de sus recursos de la Conferencia Episcopal Española y que en los tiempos que corren "hay que hacer un equilibro en los esfuerzos" que no era necesario anteriormente. Más allá de la piña de CiU y el PP en contra de la idea -"la laicidad no se garantiza desde la fiscalidad", aseguró Sònia Recasens, de CiU-, el PSC decidió abstenerse por considerar que lo que se necesita es una "revisión más amplia de la aplicación del IBI sin dogmatismos". Solo UxB la apoyó.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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