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El 12% de las especies exóticas de Cataluña son consideradas invasoras

El proyecto Exocat ha permitido catalogar el total de 939 especies exóticas según su estatus

El mosquito tigre, la carpa, el bálsamo o la cotorra argentina son algunas de las especies exóticas invasoras contabilizadas en el proyecto Exocat, una iniciativa impulsada por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat, coordinada por el CREAF. Exocat ha permitido catalogar el total de 939 especies exóticas según su estatus invasor, generando así una gran base de datos indispensable para gestionar este fenómeno en los espacios protegidos.

Se entiende por especie exótica aquella especie foránea que el humano ha introducido en un territorio determinado ya sea de manera voluntaria o involuntaria. El problema aparece cuando algunas de estas especies son capaces de expandirse en un periodo corto de tiempo, es entonces cuando se habla de especies invasoras. “Es un fenómeno muy complicado porque constituye la segunda causa de pérdida de biodiversidad”, explica Josep Escorihuela, director general de Medi Natural y Biodiversidad, “además de los efectos socioeconómicos que conlleva y el altísimo coste económico que genera su gestión”.

Del total de especies exóticas identificadas, un 40% (la mayor parte) son especies que no forman poblaciones estables, como por ejemplo algunas especies de piraña encontradas en el río Ebro que no pueden vivir en aguas a menos de diecisiete grados y mueren en invierno. Pero ya se conocen 110 especies –el 12% del total de exóticas– que han conseguido expandirse y reciben la consideración de invasoras. Si se tiene en cuenta el grupo taxonómico, se observa que el 65% de las especies exóticas presentes en Cataluña son plantas, los pájaros representan el 16% y el resto de grupos (algas, invertebrados, peces, anfibios, reptiles y mamíferos) se reparten el 19% restante. Destaca el hecho que más de la mitad de los peces continentales exóticos se consideran invasores, esto es importante porque compiten con las especies vulnerables o endémicas y ha provocado que algunas de estas hayan sido declaradas en peligro de extinción.

Una de estas especies exóticas invasoras en Cataluña es el caracol manzana, que lleva años colonizando los arrozales del Delta del Ebro amenazando seriamente las cosechas. La Generalitat ha empleado un plan de acción concreto contra este molusco porque, como explica Joan Pino, investigador del CREAF y coordinador del proyecto, “hay toda una agricultura que depende de que no haya caracol manzana y una manera de entender el Delta del Ebro, un turismo y un paisaje que dependen directamente de los arrozales”. La lucha contra este invertebrado ha costado ya más de 4 millones de euros a la administración. En lo referente a los mamíferos el único considerado invasor actualmente en Cataluña, es el visón americano, detectado por primera vez en 1982 seguramente al escaparse de una granja peletera. Pero recientemente se han detectado nuevas introducciones derivadas del comercio con animales de compañía como son los casos de la ardilla de Corea y el oso lavador.

 

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