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La verdad que nadie puede borrar

30 familias de Huelva aportan su ADN para buscar a los hijos que creen robados

Un sanitario extrae células epiteliales de la boca de una mujer para obtener su ADN.
Un sanitario extrae células epiteliales de la boca de una mujer para obtener su ADN.J. N.

Las historias de los bebes supuestamente robados al nacer parecen calcos unas de otras. María Domínguez Lazo traía gemelas en 1964. Parió a sus hijas. A la mañana siguiente, cuando despertó, se halló sola en una habitación en el antiguo hospital Manuel Lois (Huelva), hoy desaparecido. Sor María vino a comunicarle que las niñas habían fallecido. Ese mismo día, como pudo comprobar en el registro de nacimientos del centro, habían nacido cinco bebés más. Todos muertos. La historia de María se parece mucho a la de otras mujeres que parieron a sus hijos en la década de los sesenta y setenta en Huelva y a las que las religiosas, en unos casos, y las matronas, en otros, les informaron del fallecimiento de sus recién nacidos. Todas compartían este viernes la sensación agridulce del remordimiento. “Nunca he tenido la conciencia tranquila. Desde el mismo momento en el que anunciaron la pérdida de mi hija, que yo vi bien en la incubadora, he tenido la sensación de que me la habían quitado”, relata Bella López. “Mi marido me dijo que firmó unos papeles y que le informaron en el hospital de que ellos se encargaban de todo”, recuerda López. A Juana Campos le atendió una matrona que le advirtió: “No te hagas ilusiones que la niña viene mal”.

Hasta ahora han sido 88 onubenses los que han dejado su código en bancos de ADN de toda España para su cotejo

Todas ellas han renovado la ilusión de poder encontrar a sus hijos perdidos desde que la Asociación SOS Bebés Robados de Huelva retomara los casos. Este viernes, en el edificio de la Gota de Leche en la capital onubense, un total de 30 familias aportaron muestras de tejidos de donde obtener ADN, la herramienta a la que se aferra ahora el colectivo después de que la Audiencia de Huelva considerara prescritos los presuntos delitos.

“Si tuviera la suerte de poder encontrar a mi hija sería un milagro. Es difícil pero no pierdo la esperanza, por eso estoy aquí”, afirma María Romero, a la que le dieron, nada más parir a su hijo, dos versiones distintas en el mismo día: “El médico me dijo que estaba muerto y la matrona que vivo. Después quisimos enterrarlo y no fue posible ¿Pero si teníamos nuestro seguro cómo era eso de que se iba a enterrar en una fosa común?”, precisa.

Las muestras de ADN serán depositadas en el laboratorio de Neodiagnóstica. Hasta ahora han sido 88 onubenses los que han dejado su código en bancos de ADN de toda España para su cotejo. A los familiares se les explicó este viernes que sus muestras quedarán almacenadas en una base de datos donde hay información de padres, hermanos e hijos. Si hubiera coincidencia, la información se someterá a un análisis más exhaustivo para poder confirmar que se trata de un “reencuentro” y no de una mera “coincidencia”, como explicó Jaume Buj, gerente de este laboratorio de genética forense.

La base de datos contiene actualmente 1.460 perfiles de madres, padres hijos y hermanos. De esa cifra, han resultado compatibles 460 cotejos. Con los análisis complementarios han dado resultado positivo diez personas que son los “reencuentros confirmados”.

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