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“No sé de dónde sacar el dinero”

El endurecimiento de los requisitos académicos y el encarecimiento de las matrículas dejan a los universitarios con menos recursos al borde del abandono de sus estudios

Antonio J. Mora
Violeta Maqueda, Raúl Moreno y Ana Casielles, en la Universidad Pablo de Olavide.
Violeta Maqueda, Raúl Moreno y Ana Casielles, en la Universidad Pablo de Olavide.julián rojas

En el curso 2010-2011, Violeta Maqueda aprobó 11 de las 13 asignaturas en las que se matriculó. Para el siguiente año, esta estudiante de Derecho de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla obtuvo beca. Ese curso, Maqueda repitió los resultados. A pesar de ello, el Ministerio de Educación le ha denegado la ayuda para este año. No cumplía con los nuevos requisitos académicos (aprobar el 90% de los créditos matriculados). “Pensé que al haber superado el 87% de los créditos tendrían en cuenta el resto de condiciones, como el de la renta”, afirma esta sevillana de 22 años, quien apunta que sus padres llevan ya “bastante tiempo” sin trabajo.

Maqueda es una de los 1.825 estudiantes de la Pablo de Olavide que se han quedado este año sin beca. En esta universidad, como en la mayoría de los campus de la comunidad, se han presentado este curso más solicitudes. Pero se han concedido menos ayudas. En el caso de la UPO, se han otorgado 44 becas menos.

Los datos sobre la caída respecto al curso anterior en las ayudas varían en función de la institución que los ofrezca. La Junta de Andalucía habla de un descenso de 6.000 becas. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, sostiene que son unas 3.000 menos. Y los datos que ha recopilado cada universidad andaluza dejan esa cifra en el entorno de las 4.000 ayudas menos.

Pero detrás de estos números, están las historias de aquellos que ven como se les trunca su futuro. Quien conoce bien esta difícil situación es Raúl Moreno. Como presidente de la Coordinadora Andaluza de Representantes Estudiantiles (CARE), este joven de 25 años reconoce que han sido muchos los alumnos que han acudido a él para pedirle ayuda. Además, él también es uno de los afectados por el endurecimiento de los requisitos académicos para acceder a las ayudas. “Hay compañeros que no han tenido beca por no haber aprobado crédito y medio. Estudiantes con todos los miembros de su familia en paro que están haciendo lo imposible por seguir pagando. Todo un drama”, afirma Moreno, quien reconoce que él tiene problemas para costear el segundo plazo de su matrícula. “No sé de dónde voy a sacar el dinero, pero tengo muy claro que no voy a dejar los estudios, más cuando me quedan cinco asignaturas”, apunta. La UPO ha reconocido que ha anulado la matrícula a unos 700 estudiantes por impagos.

Más exigencias

Está previsto que el Ministerio de Educación endurezca todavía más los requisitos académicos para conseguir una beca el próximo curso. A los chicos que acceden por primera vez a la Universidad se les pedirá un 6,5 de nota media, un punto más que este curso y 1,5 más que el anterior. La Junta teme que el 40% de los becados (14.000 personas) pierdan la ayuda si prospera este cambio.

Guillermo Linares reconoce que estuvo a punto de dejar la carrera. Este sevillano de 19 años comenzó este año sus estudios en Ciencias Políticas. En su caso, la nota de selectividad fue la piedra que le dejó “a su suerte”. “Saqué un cinco raspado y la nueva ley exige sacar un cinco y medio. Con mucho esfuerzo, mis padres tuvieron que hacer frente a los 750 euros de la matrícula”, apunta. Un esfuerzo que, en cada caso, se ha vivido diferente. “Entre mis padres y mis tíos, hemos pagado los 500 euros”, explica Maqueda. “La matrícula la he pagado con los 3.500 euros que me concedieron el curso pasado. Visto lo visto, esa beca me tiene que dar para toda la carrera”, añade Ana Casielles (22), estudiante de Criminología.

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Pero la incertidumbre sobre su futuro se acrecienta estos días. En plena época de exámenes, estos jóvenes reconocen que la están viviendo con mucha “más tensión” que otros años. “Nos estamos jugando nuestro futuro”, apunta Moreno. “Mi única motivación es aprobar para que me den la beca”, apunta Casielles. “Me estoy matando a estudiar, si no las apruebo todas no sé si voy a poder seguir el año que viene”, mantiene Linares. “Hay que tener en cuenta que con la brutal subida de tasas, el precio de la matrícula se ha disparado”, apunta. “En mi caso, dos asignaturas, una de segunda convocatoria y otra de tercera, suponen la mitad de los 1.350 euros de mi matrícula”, explica el coordinador, quien recuerda que estos cambios fueron aprobados a finales del curso pasado, “cuando los exámenes ya estaban hechos”. “De nada sirvieron nuestras protestas, el ministro ni se dignó a reunirse con nosotros”, explica.

Y ante la desesperación, no queda de otra que apretarse el cinturón. “Nada de pagas, ni de vacaciones,... mi familia está haciendo un gran esfuerzo. Mi padre es autónomo y, claro, su sueldo es variable”, explica Linares. “Para ahorrar lo máximo, he optado por no comprar los libros de texto e ir haciendo fotocopias o estudiar por apuntes”, explica Maqueda, quien trabaja limpiando casas.

Para la mayoría de los entrevistados, encontrar un trabajo sería un respiro. “He buscado de camarero, comercial,... de lo que salga. Pero con el paro que hay es casi imposible”, dice Linares. “Hay jóvenes que se están planteando dejar los estudios, trabajar durante unos años y retomar la carrera con esos ahorros”, afirma Moreno. “De todos modos, confiamos en que el ministro apruebe un fondo de emergencia o, en el mejor de los casos, derogue la ley y no acabe así con los sueños de miles de jóvenes”, explica.

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Sobre la firma

Antonio J. Mora
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue redactor en la delegación en Andalucía durante más de seis años y, actualmente, es portadista web. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de periodismo de EL PAÍS, también trabajó en Diario Sur e Infolocalia. En 2009, ganó el premio nacional Alma de Periodista.

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