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CEAR busca atrapar un millón

La secretaria general y el presidente de la organización en Euskadi participan en el programa presentado por Sobera para aliviar sus problemas económicos

El presentador Carlos Sobera en el programa de Antena 3 Atrapa un millón
El presentador Carlos Sobera en el programa de Antena 3 Atrapa un millón

El fin siempre justifica los medios, o por lo menos, así ha sido para la Comisión Española para la Ayuda del Refugiado (CEAR) que, con la intención de aliviar sus problemas financieros, acudirá el próximo viernes al programa Atrapa un millón, que presenta Carlos Sobera en Antena 3. Adoptar la decisión no ha sido fácil para la organización sin ánimo de lucro, que impulsó un debate interno en el que se analizaron los pros y los contras de aparecer en la pequeña pantalla.

La discusión se centró, sobre todo, en los beneficios que podría suponer para la marca e imagen de la institución que tanto su secretaria general, Estrella Galán, como el presidente de la delegación de Euskadi, Javier Galparsoro, aparecieran en un concurso; algo novedoso para CEAR, más acostumbrada a acudir a debates en los que se tratan temas de inmigración. Más aún, cuando, tal y como explican desde la propia institución, se trata de una de las organizaciones más destacadas que trabaja para la integración de los refugiados en España. Un prestigio conseguido a base de esfuerzo y trabajo en las últimas tres décadas, por lo que buscaban hacer las cosas dignamente.

La asociación tiene una deuda de 700.000 euros y va por su tercer ERE

Ni la vergüenza inicial de Galán, ni el tener que insistir en airear sus problemas financieros fueron un obstáculo para vivir una experiencia que, tanto ella como su compañero Galparsoro, califican de “extraordinaria”. “En mi círculo más íntimo había comentado en más de una ocasión que nunca acudiría a un programa de televisión si me viera en una situación delicada y, al final, las propias circunstancias de la organización en la que trabajo me han obligado a presentarme a Atrapa un millón”, relata Galán. Una circunstancia excepcional que ni siquiera en la organización pensaban que iba a llegar al extremo al que ha llegado: tienen una deuda de 700.000 mil euros —hace poco más de tres meses la cifra llegaba a los 1,5 millones— y van por su tercer ERE, que ya ha dejado por el camino a 150 personas sin trabajo, la mitad de la plantilla. El resto sobrevive a duras penas en una situación que se ha vuelto insostenible, con jornadas parciales del 80%, como en el caso de Galán, y hasta del 60% para otros compañeros, con la intención de “salvaguardar” el máximo número de empleos posibles. Y todo, con problemas para el pago de los sueldos: en el último mes sus empleados no han cobrado, si bien desde la organización explican que podrán pagarles sus salarios con unos ingresos que, estiman, llegarán a finales de mes.

“El dinero que podamos conseguir puede ser limitado teniendo en cuenta la deuda brutal que tenemos, pero el escaparate que supone estar en televisión es algo impagable”, cuenta Galán. “Algunos pueden pensar que es un acto frívolo pero lo hemos hecho dignamente”, asegura Galparsoro, que fue “nominado”, al estilo de lo que ocurre en Gran Hermano, por sus compañeros de organización para que acompañara a la secretaria general al concurso presentado por Sobera. Una vez embarcados en la aventura, querían que fuesen dos pesos pesados de CEAR quienes aparecieran en televisión. Y Javier Galparsoro, además de ser el presidente de la delegación de Euskadi, destacaba sobre otros candidatos por su carisma y, en especial, por su “valía personal, reconocida en toda España”, como precisa su compañera en el concurso.

“Estar en televisión es un escaparate impagable”,

Su participación en el programa no supuso un casting VIP o ninguna ventaja. De hecho, intentaron participar en una Semana solidaria el pasado mes de mayo, pero al no ser elegidos, los responsables del casting les “aconsejaron” que acudieran al programa por la vía ordinaria.

El programa de Carlos Sobera organiza esas semanas solidarias durante las cuales solo participan asociaciones o concursantes con fines altruistas. Ya son tres las que ha organizado en lo que va del 2013, dos dentro de otras campañas de Antena 3 en febrero y julio, y una de iniciativa propia en mayo.

Una investigadora del CSIC participó el año pasado para contratar un técnico

Los premios ganados en estas ediciones especiales han servido para colaborar en casos como el de un niño con parálisis cerebral que necesitaba tratamiento o el de una familia sevillana que iba a ser desahuciada. En las semanas solidarias, los concursantes siempre tienen un premio de consuelo de 3.000 euros. “No es una norma, pero se hace”, precisa Anabé Manzano, una de las dos directoras del programa. Galparsoro y Galán, en cambio, no tuvieron opción a esto por haber jugado en un día ordinario y no durante una de esas semanas.

Manzano asegura que no les dieron prioridad por venir de una asociación. “Entraron como cualquier otro concursante”, aunque durante la selección destacaron sobre otros candidatos por mostrar una complicidad más que evidente, un compañerismo fuera de lo común. Y además, contaban con unas aptitudes culturales y de información general que también fueron valorados de forma positiva por la organización. “Se les veía muy involucrados con la causa”.

Los concursantes donarán a la ONG todo el dinero conseguido

El perfil de Galán y Galparsoro, que donarán el dinero íntegramente a CEAR, dista del concursante estándar de Atrapa un millón. De forma bastante generalizada, aunque con excepciones, los participantes son personas anónimas que acuden al concurso con el objetivo de hacerse con un dinero extra que les ayude a pagar la hipoteca o, en su defecto, darse un capricho como un viaje. Eso no significa que no puedan participar personas a título personal que quieran donar ese dinero a organizaciones, como bien explica Manzano. Eso sí, la directora del programa asegura: “Para nosotros, cualquier ayuda que podamos dar con un premio y, si ese pellizquito sirve de ayuda, perfecto”.

No es la primera vez que alguien se presenta al programa con la intención de conseguir fondos para una causa desinteresada. El caso más sonado fue el de María Luisa Botella, una científica que acudió al programa en agosto del año pasado porque necesitaba dinero para contratar a un técnico. Botella es una investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que, por culpa de los recortes, vio como redujeron su equipo de trabajo de cinco a tres personas en 2011. Es especialista en HHT o síndrome de Rendu-Osler-Weber, una enfermedad rara que afecta a entre 8.000 y 10.000 personas en España. Con los 15.000 euros que ganó en el programa pudo volver a contratar a uno de sus técnicos por unos meses más.

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