Primer ave con cráneo en el yacimiento de Las Hoyas
Cada verano, en apenas una semana de trabajo, el grupo liderado por el paleontólogo de la Universidad Autónoma de Madrid José Luis Sanz recoge un millar de fósiles en Las Hoyas (Cuenca). El resto del año es para estudiar los hallazgos. Esto es lo que hace ahora Sanz con una nueva ave con rasgos de dinosaurio, un fósil "precioso", dice, porque es la primera ave de Las Hoyas que conserva el cráneo. Además es un pollito, un ejemplar muy joven, con un fémur de apenas nueve milímetros: "Es una de las aves más pequeñas de este período", dice Sanz, "y eso nos dará mucha información sobre su crecimiento".
Como todos los fósiles de Las Hoyas, esta ave vivió en el cretácico inferior, hace 120 millones de años, cuando allí había un gran lago interior. Los investigadores aún no saben si pertenece a una especie nueva o si es un ejemplar de Iberomesornis, la pequeña ave con caracteres de dinosaurio hallada a mediados de los ochenta y que ha dado al yacimiento fama internacional. Iberomesornis ha resultado una prueba clave a favor de la teoría de que las aves son los únicos descendientes vivos de estos grandes reptiles, y ha proporcionado mucha información sobre la evolución del vuelo.