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Reportaje:

Groenlandia se derrite... y rápido

La cantidad de hielo de glaciares que entra en el Atlántico se ha duplicado en cinco años

La cantidad de hielo de los glaciares de Groenlandia que se precipita en las aguas del Atlántico Norte casi se ha duplicado en los últimos cinco años. Esto se debe, sobre todo, a que los glaciares se deslizan más rápido que antes sobre la roca hacia el mar. Detrás está el cambio climático, el calentamiento del planeta, que en las tierras heladas del Norte es manifiesto: la temperatura del aire en el Sur de Groenlandia ha subido tres grados centígrados en los últimos 20 años.

Estos nuevos datos son producto del trabajo de unos investigadores estadounidenses que han medido los hielos del Norte y presentan hoy los resultados en la revista Science, junto con otro trabajo que analiza los efectos de esta dinámica en la subida global del nivel del mar. Todo parece indicar, señalan los especialistas, que los cálculos que se han venido haciendo acerca de la contribución de los hielos de Groenlandia a la elevación del océano global son inferiores a lo que está pasando en realidad.

Los glaciares reaccionan muy rápido a los cambios de temperatura
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La capa helada de Groenlandia abarca 1,7 millones de kilómetros cuadrados, casi como la superficie de México, y tiene un grosor medio de tres kilómetros. Si derritiera entera, el nivel del mar subiría en la Tierra unos siete metros. Los glaciares se forman continuamente por acumulación de nieve y pierden masa por derretimiento del hielo, por erosión y evaporación de la superficie, o cuando se precipitan trozos al mar en forma de icebergs. Estas capas heladas tardan mucho en formarse y derretirse, pero reaccionan muy rápido a los cambios de temperatura.

Eric Rignot y Pannir Kanagaratman, del Jet Propulsion Laboratory y de la Universidad de Kansas respectivamente, han utilizado la información tomada por diferentes satélites capaces de vigilar, mediante radar, el desplazamiento de los glaciares. En concreto, han manejado los datos de los satélites canadienses Radarsat y los europeos ERS-1, ERS-2 y Envisat. Al comparar los datos tomados desde 1996 hasta 2005 y conjugar la información con otras medidas, como grosor de los hielos, han logrado determinar la pérdida de masa helada anual.

La pérdida de hielo debido al flujo de los glaciares ha aumentado de 50 kilómetros cúbicos por año en 1996 a 150 kilómetros cúbicos anuales en 2005. Si se tienen en cuenta también otros factores que influyen en la dinámica de los glaciares y en la acumulación de nieves, la pérdida de masa helada ha aumentado de 90 kilómetros cúbicos al año en 1996 a 224 en 2005.

"El cambio climático puede actuar de diferentes maneras, pero en general, si calientas la capa helada, el glaciar se deslizará más rápidamente", explica Rignot en Science. "La mitad sur de Groenlandia está reaccionando a lo que creemos que es el cambio climático. La mitad Norte está a la espera, pero no creo que tarde mucho".

Al aumentar la temperatura del aire aumenta la cantidad de agua que llega hasta la roca en la que se asienta el glaciar, y el agua actúa como lubricante que facilita el desplazamiento del hielo.

Los científicos calculan que Groenlandia contribuye con aproximadamente medio milímetro anual en la subida del nivel del mar a escala global, subida que es ya de tres milímetros por año.

Icebergs fomados por la fractura de la lengua del glaciar Kangerdlussuaq (Groenlandia)
Icebergs fomados por la fractura de la lengua del glaciar Kangerdlussuaq (Groenlandia)J. A. DOWDESWELL
Glaciar Petermann, en el norte de Groenlandia, fotografiado desde un helicóptero en 2002.
Glaciar Petermann, en el norte de Groenlandia, fotografiado desde un helicóptero en 2002.E. RIGNOT

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