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El almacén nuclear

"Tenemos el muerto de la nuclear, me da igual un susto que dos"

Los vecinos de Zarra esperan que el depósito de residuos genere empleo

Zarra no es un lugar de paso. Para acceder a esta pequeña localidad de 551 habitantes, sin estación de tren, hay que dejar una autovía, una carretera nacional y tomar un desvío por un carretera comarcal. Solo así se llega a esta población valenciana lindante con la provincia de Albacete. Desde la mayoría de sus calles es fácil observar cómo se elevan, al otro lado del valle, las dos columnas de vapor de agua que salen de las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes, situada a 11 kilómetros.

Una serie de pintadas recibe a los visitantes con lemas a favor de la instalación en el municipio del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, que desde ayer está mucho más cerca tras el dictamen del Ministerio de Industria que apuesta por esta población. Son las cinco de la tarde y para encontrar algún vecino hay que acercarse a la plaza del pueblo, la plaza del País Valenciano, donde está la iglesia y los dos bares.

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"Tenemos ya el muerto de la central nuclear, así que me da igual un susto que dos; yo estoy a favor del almacén porque traerá algo de valor al pueblo". Es la hora de la partida de dominó en el bar La Torre y Miguel Mendizábal, de 72 años, responde sin dejar de mirar a las fichas. Tampoco levanta la vista su pareja de juego, Floreado Pérez, de 73, que está en contra. "Al final harán lo que quieran, pero yo me opongo".

La opinión mayoritaria de quienes acceden a hacer público su punto de vista es favorable a la idea de acoger los silos de residuos. Y el argumento se repite de boca en boca: en el pueblo no hay trabajo y el ATC traerá dinero.

En la misma plaza, cinco jóvenes pasan la tarde sentados en las escaleras del campanario. Víctor Rubio -20 años, pantalón de chándal, un pendiente en cada oreja, mechas rubias- es de los pocos que tiene trabajo. Lleva dos años como soldador en la central de Cofrentes. "Aquí no hay trabajo, en invierno no hay vida, no tenemos subvenciones, ni unas tristes porterías para jugar al fútbol", se lamenta. Adrián Rubio -más de medio pueblo comparte este apellido- tiene un año menos que su amigo y está en el paro. Trabajó un tiempo en una empresa de aire acondicionado de Valencia hasta que la construcción se fue a pique. Entonces volvió al pueblo y a casa de sus padres. "Si buscan gente nos pueden coger a nosotros", apunta. "El almacén traerá vida. Ahora la gente joven se va. Si hasta están buscando a familias numerosas para evitar tener que cerrar el colegio...".

La competencia al bar La Torre es el bar Los Arcos. A sus puertas está el presidente de la asociación de vecinos de la localidad, Ángel Pérez, de 49 años. "Estoy encantado con la noticia, siempre he estado a favor; el almacén es sinónimo de puestos de trabajo, que es lo que necesitamos aquí", comenta. Ángel trabaja en el balneario de Cofrentes, una de las principales fuentes de empleo de la zona junto a la nuclear.

El alcalde de Zarra, Juan José Rubio, no se dejó ver ayer por la tarde por el pueblo. "Esta mañana ha estado por aquí", comentaban en el bar Los Arcos. Durante toda la tarde no atendió el teléfono. Rubio fue expulsado del PSPV-PSOE, tras ser detenido el 28 de octubre del año pasado por delito urbanístico. Fue detenido por prevaricación administrativa y delito contra la ordenación del territorio por la construcción de 73 chalés construidos sin licencia entre 2003 y 2007; y sigue imputado.

La mayoría de terrenos que el Ayuntamiento de Zarra ofreció para construir el ATC están en manos de Enugo Inversiones, SL, integrada por Sedesa, empresa de la familia del vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, y por Llanera. En la candidatura, el alcalde especificó que tenía disponibles 860.831 metros cuadrados de suelo industrial "con uso dominante de industria medioambiental". Estos coinciden básicamente con los terrenos en los que Sedesa y Llanera promovieron a partir de 2004 un polígono para industrias ambientales en colaboración con el Ayuntamiento de Zarra. Fuentes de Llanera indican que la constructora ya no forma parte de Enugo Inversiones, SL. Mientras, la empresa de la familia Cotino fue vendida en parte a Ezentis (antigua Avanzit) el pasado junio.

A la salida del pueblo, en el camino hacia los terrenos reservados para al ATC, Juan Rubio, de 75 años, pasea a su perro. "Aquí nunca ha venido nada bueno. Por eso me opongo al almacén; si se tratara de algo positivo, seguro que a Zarra no vendría".

Carteles a favor del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en las calles de Zarra.
Carteles a favor del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en las calles de Zarra.JORDI VICENT
Juan Rubio, vecino de Zarra, se opone al almacén nuclear.
Juan Rubio, vecino de Zarra, se opone al almacén nuclear.JORDI VICENT

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