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La Abogacía del Estado afirma que la alianza que planteó Barbacid no es "válida"

El informe descalifica la fórmula para captar inversión privada contra el cáncer

La propuesta del director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Mariano Barbacid, de crear una agrupación de interés económico (AIE) con inversores privados para financiar -y explotar- unas posibles moléculas para tratar el cáncer de pulmón no puede constituirse "válidamente". Esta es la conclusión a la que el abogado del Estado Joaquín de Fuentes Bardají llega tras 19 folios de argumentación jurídica a los que ha tenido acceso EL PAÍS.

La clave de la decisión está en que la legislación busca la mayor protección para las fundaciones, entendidas como entidades sin ánimo de lucro. Y es precisamente una fundación la figura jurídica del CNIO. Partiendo de que estas "no pueden participar en sociedades mercantiles en las que se responda personalmente de las deudas sociales", el informe va desgranando los argumentos para establecer que existe una "afinidad tipológica de la AIE con la sociedad colectiva". Esto en sí mismo no sería causa suficiente para el dictamen negativo. Lo que da la puntilla es que, según el informe de este abogado, la AIE es una "sociedad personalista", es decir, una en que "los socios responderán personal y solidariamente por las deudas de aquella".

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Siguiendo con esta interpretación -a la que se llega después de resolver varias aparentes contradicciones, lo que explica que pueda haber informes, como los que presenta Barbacid, que lleguen a otra conclusión- se concluye que "la Fundación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III no puede constituir válidamente una agrupación de interés económico". Aun así, el informe deja una puerta abierta: que el Consejo de Ministros autorice la creación de una sociedad mercantil estatal.

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, se refirió ayer a este conflicto, pero lo hizo para afirmar tajantemente que el relevo del investigador como director, previsto para el 17 de mayo, no tiene nada que ver con la polémica creada "con la falta de fondos". Esta fue su manera de contestar a las críticas de Barbacid, quien alega que al impedírsele crear la agrupación de interés económico tendrá que suspender la investigación. De hecho, el nombramiento de un sucesor de Barbacid estaba pendiente desde septiembre de 2009, cuando él mismo anunció su intención de dejar el puesto. En diciembre del año pasado, cuando el conflicto por la financiación de la investigación en nuevos fármacos ya estaba latente, anunció su intención de continuar hasta solucionar "el marrón". El secretario de Estado de Investigación, Felipe Pétriz, accedió.

El CNIO ha tardado 19 meses en completar la lista de candidatos de la que tendrá que salir el nuevo director del centro. La búsqueda no ha sido fácil. Tanto, que al final se ha admitido a una de las investigadoras punteras del propio centro, María Blasco, aunque la idea original era que llegaran de fuera.

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