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El supervisor vio en Bancaja compras sospechosas al grupo de los Cotino

El informe no consideró ilegal la adquisición de empresas relacionadas con el presidente del Parlamento valenciano pese a que tenían cero patrimonio

José Luis Olivas, expresidente de Bancaja.
José Luis Olivas, expresidente de Bancaja.Tania Castro

Bankia ha elevado a Anticorrupción y a la CNMV 15 créditos de dudosa legalidad de Bancaja, uno de sus bancos fusionados, incluido uno relativo a la familia del hoy presidente del Parlamento valenciano, Juan Cotino. El Banco de España, en su último informe sobre Bancaja, en 2010, analizó decenas de operaciones, incluidas varias relativas a la firma Sedesa, de la familia Cotino, y detalló sus riesgos o pérdidas para la entidad al comprar entidades con patrimonio cero, mal tasadas o con futuro incierto. Pero no vio delito.

El supervisor cuestionó la política crediticia de Bancaja. “En los ejercicios 2008 y 2009 la morosidad ha irrumpido con fuerza, aunque el pase a fallidos, los activos adjudicados y las reclasificaciones a normal de activos dudosos, a través de procesos de refinanciación, evitan que se refleje en su totalidad en el balance. Crecimientos vertiginosos de daciones en pago (121% en el semestre marzo-septiembre), y refinanciaciones (casi triplicándose en el mismo semestre)”.

Y cuantificaba en 10.600 millones los “riesgos problemáticos”, es decir, la suma de riesgos morosos, adjudicaciones y daciones, refinanciaciones. Parte de tal tumor surgió de Cisa, firma instrumental de Bancaja, que jugó a fondo la “compra de activos para pago de deudas” hasta consumir su patrimonio.

Y, en este contexto de operaciones con riesgo de Cisa, el Banco de España describe su relación con uno de sus principales clientes, el Grupo Sedesa. “Cisa adquiere activos del Grupo Sedesa por 97,7 millones, cancela deudas por 63,6 millones, realiza otros pagos por parte del Grupo por 29,6 millones y entrega 4,5 millones en efectivo. Los fondos adquiridos presentaban fondos por deterioro de 7,3 millones en la entidad y un déficit, según la inspección de otros 17,8 millones”. Detallaba varias operaciones, todas en diciembre de 2008, de Cisa con Sedesa:

- Cisa compró a Sedesa por cinco millones 93 fincas en suelo no urbanizable en Llíria (Valencia). La tasación aportada “no puede identificarse con el suelo de la compraventa”.

- Cisa adquiere Gran Hotel Xirivella, SL, cuyo principal activo es un suelo urbano terciario en Xirivella. No se presentan cuentas auditadas. La tasación, 34,9 millones, está condicionada a la aprobación de licencias. “Transcurrido un año desde la tasación, no se ha aportado documentación que reduzca las incertidumbres que revela. Todo indica un deterioro que se estima con su valor neto contable: 9,7 millones. Cisa confirma las incertidumbres”.

- Cisa adquirió a Sedesa por tres millones Sector Residencial La Maimona, propietario de unos terrenos en Llíria que “no se sustentan con documentos”. “Por lo que, en tanto no se demuestre, se considera que su valor es cero. Existe un fondo de 0,2 millones, por lo que el deterioro es de 2,8 millones”.

- Cisa compra por 37,7 millones el 50% de Residencial La Maimona, cuyo patrimonio neto era de 10,3 millones, pero que una tasación elevó a 75,2 millones al valorar un proyecto basado en un campo de golf, hotel y 200 viviendas. Pero un fallo judicial anuló el plan porque incluía suelo no urbanizable especial. “La entidad [Cisa] está estudiando la posibilidad de recurrir o actuar contra la vendedora”. El daño producido a Cisa supera los 13,8 millones.

- En diciembre de 2008, Alternativas Energéticas, vinculada a Sedesa, cede a Bancaja participaciones por 15 millones sus derechos de créditos frente a Endesa. “Se ha estimado la existencia de un deterioro de cinco millones por la diferencia entre el importe contabilizado y el garantizado”. No en vano, solo dejó en prenda el 33% de acciones de Share Capital que poseen dos sociedades de la familia de Cotino por 10 millones.

Los nuevos gestores de Bankia, frente al criterio tolerante de los inspectores del Banco de España sobre tales operaciones de riesgo en favor de la familia de Cotino, sí advirtieron una presunta ilegalidad en un préstamo concedido por Bancaja a Share Capital, de la que forman parte a través de dos firmas y que se dedica a la compra de viviendas en países del Este.

Los informes del Banco de España, año a año, muestran un reguero de ayudas similares a decenas de constructores. El informe, actualizado en vísperas de la fusión, denunciaba su alta morosidad —un 5,2%—, camuflada bajo daciones, adjudicaciones o refinanciaciones.

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