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NIGERIA PETRÓLEO

El robo de petróleo en Nigeria alcanza ya los 100.000 barriles diarios

Conductores esperan cola para repostar en una gasolinera en Abuja (Nigeria). EFE/Archivo
Conductores esperan cola para repostar en una gasolinera en Abuja (Nigeria). EFE/ArchivoEFE

El robo de petróleo en Nigeria alcanza ya proporciones que permiten afirmar que se practica "a escala industrial", hasta el punto de que se estima que hace desaparecer unos 100.000 barriles al día y genera un negocio que financia actividades ilícitas y podría desestabilizar la zona.

El Real Instituto de Relaciones Internacionales británico, más conocido como Chatham House, alerta sobre las implicaciones de este fenómeno en su informe "Nigeria y el crudo ilegal: opciones internacionales para luchar contra la exportación del petróleo robado" (septiembre de 2013), que acaba de publicar en español Casa África (Ministerio de Asuntos Exteriores y Gobierno de Canarias).

"Actualmente, el robo de crudo es una especie de crimen organizado que está casi completamente fuera del radar de la comunidad internacional", aseguran los dos autores del informe: Christina Katsouris, experta en Nigeria de la Chatham House, y Aaron Sayne, consultor especializado en asesorar a empresas sobre energía, seguridad y anticorrupción en ese país africano.

Los firmantes de este estudio subrayan que Nigeria, décimo tercer productor de petróleo del mundo, con unas exportaciones superiores a dos millones de barriles diarios en 2012, "ofrece un ambiente muy propicio para el robo de crudo a gran escala, con la corrupción y el fraude dominando el sector petrolero del país.

De hecho, consideran que "políticos, oficiales del Ejército, militantes, personal de la industria extractora, comerciantes de petróleo y varias comunidades se benefician de esta práctica, junto con grupos criminales organizados"

En Nigeria, el petróleo se roba saqueando los oleoductos y otras infraestructuras del delta del Níger, se bombea hacia barcazas y botes y buena parte acaba siendo exportado a otros países. Entre los destinos que los informantes de esta investigación señalaron figuran EEUU, varios países de África Occidental, Brasil, China, Singapur, Tailandia, Indonesia y estados de los Balcanes.

"El petróleo robado en Nigeria -la cifra de 100.000 barriles diarios que aportan los autores equivale al 7 % del consumo de un país como España- y el dinero obtenido de él contaminan los mercados y las instituciones extranjeras, creando riesgos políticos,legales y de reputación", apunta la Chatham House.

Este organismo británico cree que este saqueo de crudo no solo "puede comprometer parte del negocio legítimo de petróleo" y remarca que, aunque hasta ahora "no ha supuesto gran riesgo de seguridad para Nigeria o África Occidental, ha ayudado a desestabilizar el Delta del Níger y podría volver a hacerlo".

La Chatham House reconoce que no hay consenso aún para calificar el petróleo robado de "petróleo sangriento", a semejanza de lo que se hizo con los "diamantes de sangre" que financiaban conflictos, pero advierte de que Nigeria no puede detener ese tráfico sola.

"Algunos piensan que la escala del comercio es demasiado grande como para no actuar, aunque no está suficientemente claro cómo se roba o se exporta buena parte del petróleo que Nigeria produce", señalan los autores, que consideran que intervenir por parte de otros países en ese asunto sin una buena planificación "puede provocar tensiones diplomáticas" y "legitimar a los extremistas".

No obstante, apuntan datos de que, si bien el robo de petróleo es un problema de Nigeria, sus efectos se extienden al exterior, porque "las grandes redes de robo de crudo usan bancos extranjeros y otros canales para acumular y blanquear sus ganancias".

Sus fuentes citan como lugares donde se "lava" el dinero del petróleo robado "varios países del Este, Oeste y Sur de África, además de Dubai, Indonesia, India, Singapur, EEUU, Reino Unido y Suiza". Ese dinero retorna en su mayor parte a Nigeria y podría representar un riesgo de seguridad si las mafias lo utilizan para pagar guerras territoriales o para financiar campañas electorales.

"A largo plazo, el robo de petróleo de Nigeria podría dañar intereses estratégicos más amplios en el Golfo de Guinea, al fortalecer otro tipo de crimen organizado con historial de desestabilización de gobiernos. Los puntos más sensibles son el terrorismo, el narcotráfico y la piratería", avisa la Chatham House.

¿Cómo actuar frente a ello? El informe desaconseja prohibir las importaciones de Nigeria, pero aboga por medidas como congelar los activos financieros de los ladrones, impedir a los bancos que les presten dinero o trabajar en un programa que obligue a refinerías y navieras a confirmar la legalidad del crudo que compran en ese país.

Y sobre todo, aconsejan "seguir el rastro del dinero" generado por este saqueo, que "se mueve libremente por los países subsaharianos y fuera de ellos".

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