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O.MEDIO INFRAESTRUCTURA

Israel, Jordania y la ANP construirán un acueducto del Mar Muerto al Mar Rojo

El ministro israelí de Agua y Desarrollo, Silvan Shalom. EFE/Archivo
El ministro israelí de Agua y Desarrollo, Silvan Shalom. EFE/ArchivoEFE

Israel, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) construirán un acueducto desde el Mar Rojo para abastecer de agua al Mar Muerto, recuperando un proyecto en el que las tres partes trabajan desde hace dos décadas con la ayuda del Banco Mundial.

El acueducto constará de una gran tubería de 180 kilómetros, y conectará ambos mares -el Muerto, la zona más baja del planeta, es en realidad un lago- para poder suplir el descenso del nivel del agua por la gran evaporación, informan hoy medio locales.

El acuerdo fue firmado ayer en la sede del Banco Mundial en Washington por los ministros israelí de Agua y Desarrollo, Silvan Shalom; el jordano de Aguas e Irrigación, Hazem Al Nasser, y el palestino de Aguas, Shaddad Attili.

El diario israelí Yediot Aharonot destaca hoy que el acuerdo establece que la tubería, por la que pasaran anualmente 200 millones de metros cúbicos, estará en su totalidad en territorio jordano, solución a la que se ha llegado por la tajante oposición de grupos ecologistas israelíes.

Estos alegaban que el traslado de agua salada por el valle de la Araba, que conecta ambos mares, acabaría contaminando la zona y causando graves daños a una exclusiva zona desértica con un hábitat propio que no existe en ningún otro lugar del mundo.

El proyecto saldrá a concurso público en 2014 a un coste de entre 300 y 400 millones de dólares, y se cree que estará terminado en 2017.

Según un comunicado de la Oficina de Prensa del Gobierno israelí, incluye además del acueducto una instalación para la desalinización de 80 millones cúbicos de agua que estará en la ciudad jordana de Akaba. Los otros 100-120 fluirán libremente hacia el Mar Muerto.

Jordania e Israel se repartirán el agua desalinizada en proporciones variables para regar el sur de ambos países, y acordaron asimismo que 50 millones de metros cúbicos del Mar de Galiela, en el norte, será vendidos al reino hachemita.

"Es un acuerdo histórico que concreta el sueño de muchos años (...) Tiene una gran importancia diplomática, económica, medioambiental y estratégica", dice Shalom en el comunicado.

La posibilidad de construir el acueducto comenzó a estudiarse poco después de la firma de los acuerdos de paz de Oslo entre israelíes y palestinos, en 1993, como uno de los proyectos sostenibles para apoyar el proceso de reconciliación en Oriente Medio después de décadas de guerras.

Sin embargo, el estallido de la Intifada de Al Aksa en 2000 y la oposición de expertos en Medio Ambiente lo fueron retrasando.

Varios estudios en laboratorio advirtieron de que la mezcla de aguas puede producir un efecto devastador en la zona del Mar Muerto, cuya salinidad es seis veces superior a la del Mediterráneo.

Las aguas del Mar Rojo, dijeron los expertos hace unos años, pueden disolver las gigantescas estructuras subterráneas de sal que mantienen en pie todo el ecosistema, y provocar gigantescos socavones en tierra firme.

Además, la mezcla de aguas en una piscina generó una reacción química anormal que transformó las aguas del Mar Muerto en un líquido lechoso blanquecino.

Más allá de la belleza casi lunar del ecosistema, la depresión del Mar Muerto es una rica zona en recursos naturales, y uno de los principales depósitos de potasio del mundo.

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