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El IRPF concentra la rebaja fiscal

El Gobierno apuesta por revertir el alza de 2011 y hacer olvidar la subida de otros impuestos

Jesús Sérvulo González
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en octubre de 2013.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en octubre de 2013. B. Pérez

El Gobierno está ultimando los detalles de la reforma fiscal que presentará mañana. El traspiés electoral del pasado 25 de mayo ha empujado al Ejecutivo de Mariano Rajoy a ser más ambicioso en las rebajas tributarias para recuperar —el PP se dejó 2,6 millones de votos— a los electores perdidos. Planea una gran rebaja en el IRPF para que los contribuyentes lo perciban en su bolsillo a partir de enero del año que viene, cuando arranca el ciclo electoral. De esta forma espera que se olviden los múltiples aumentos en otros impuestos como en IVA, especiales... aprobados en la primera parte de la legislatura. Las principales medidas de la reforma fiscal avanzadas hasta ahora son:

Impuesto sobre la renta (IRPF). El Gobierno ha adelantado que rebajará los tipos en todos los tramos del impuesto. Busca favorecer a las rentas medias y bajas pero el cambio beneficiará también a las rentas más altas. El IRPF pasará de siete a cinco tramos, lo que permite concluir que el tipo máximo bajará del 52% a cerca del 48%. La idea es revertir en dos años el gravamen complementario —la subida que aprobó Rajoy nada más llegar a La Moncloa en diciembre de 2011—. El tipo mínimo se reducirá desde el 24,75% al 24% o incluso a una tasa inferior.

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El Ejecutivo también ha anticipado que los trabajadores que ganen menos de 12.000 euros no pagarán por el IRPF. Actualmente ya no pagan los que ganan menos de 11.200 euros. No obstante, estos días está estudiando medidas para acentuar la rebaja de impuestos tras el tropiezo electoral y podría dejar exentos a los ciudadanos que ganen menos de 14.000 euros, los mileuristas.

Otra de las novedades será la mejora del tratamiento fiscal para familias y contribuyentes con familiares a su cargo, dependientes y mayores. El Gobierno estudia limitar o incluso eliminar la deducción por rendimientos del trabajo, un beneficio fiscal que en teoría se aplica para que los trabajadores se puedan deducir gastos implícitos por trabajo. Esta, además, es una de las recomendaciones del grupo de expertos creado por el Gobierno para que hiciesen una propuesta de reforma fiscal.

Los expertos también reclamaron suprimir la deducción por despido en el IRPF, cuestión que el Ejecutivo tiene sobre la mesa y sobre la que aún no ha tomado una decisión.

Aunque los principales organismos internaciones (FMI, Comisión Europea y OCDE) han recomendado a España que elimine con carácter retroactivo la deducción por adquisición de vivienda para aquellos que compraron antes de 2013, el Ejecutivo la mantendrá debido al alto coste electoral que tendría esa decisión.

Hacienda estudia retirar la deducción por despido, como piden los expertos

El conjunto de medidas que permitirá a los cerca de 19 millones de contribuyentes del IRPF pagar menos al fisco tendrán un coste de unos 5.000 millones entre 2015 y 2016. El Gobierno podría profundizar en la rebaja bajando los tipos, porque considera que tiene margen ante el buen comportamiento de la recaudación, que crece más de un 5% en lo que va de año.

Hacienda considera que intensificar la rebaja supone poner dinero a disposición de los ciudadanos que gastarán más y subirá la recaudación por IVA. Los cálculos políticos y económicos podrían confluir.

Impuesto sobre sociedades. El Ejecutivo anticipó hace unas semanas que rebajará el tipo nominal del 30% al 25% en los próximos dos años a cambio de eliminar casi todas las deducciones del impuesto. De esta forma, reduce el tipo del impuesto sin perder recaudación. El plan consiste en acercar el tipo efectivo —el que realmente pagan las empresas, un 21% de promedio y apenas el 8% en el caso de las grandes compañías— al tipo nominal. Hacienda incluyó en la ley de emprendedores del año pasado un tipo reducido del 15% para las pymes de nueva creación.

Entre las deducciones que se mantendrán está la de I+D+i. El Ejecutivo pensó en eliminarla pero la presión de las grandes compañías le hizo replantearse la situación. También limitará la deducción por gastos financieros y establecerá otra deducción por fondos propios para favorecer la capitalización de empresas.

El tipo mínimo del gravamen bajará desde el 24,75% a, al menos, el 24%

IVA. Una sentencia del Tribunal de Luxemburgo obliga a España a subir el IVA de algunos productos sanitarios. El Gobierno ha negociado con Bruselas la lista de bienes afectados, entre los que podrían estar material hospitalario y sanitario, como gasas, utensilios quirúrgicos y aparatos de diagnóstico. Seguramente queden fuera productos de uso común como las gafas y las lentillas.

Hacienda insiste en que no tocará nada más del IVA a pesar de las insistencias de los organismos oficiales, desde el Banco de España a Bruselas. Alega que cuando lo subió en 2012 provocó un agravamiento de la crisis. Ahora teme que una nueva subida pudiera perjudicar la recuperación.

Impuestos especiales. Durante la primera mitad de la legislatura ha incrementado la imposición sobre el tabaco hasta en tres ocasiones. También subió la fiscalidad sobre las bebidas alcohólicas. Hacienda asegura que no tocará más estos impuestos aunque no está descartado que vuelva a subir el impuesto sobre los hidrocarburos, como recomienda con insistencia Bruselas.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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