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El arzobispo de Granada defiende su "libertad para tomar decisiones" ante el juez

Francisco Javier Martínez es el primer prelado que se sienta en el banquillo como imputado por la denuncia de un cura por acoso moral, lesiones y coacciones

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha negado esta mañana ante el juez haber amenazado al sacerdote Javier Martínez Medina, que lo denunció por injurias, calumnias, acoso moral, lesiones y coacciones, y ha defendido su libertad de actuación como responsable de la Diócesis. El prelado ha justificado ante el titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Granada, Miguel Ángel Torres, la destitución del sacerdote y su retirada de la Cátedra de la Facultad de Teología a una "pérdida de confianza" y ha subrayado que los obispos son "perfectamente libres en las decisiones que toman en sus Diócesis", por lo que ha dicho no tener que dar "explicaciones".

Ésta es la primera vez que un arzobispo se sienta en el banquillo de los acusados en la jurisdicción ordinaria por estos motivos, después de que haya prosperado la denuncia que presentó el sacerdote, que considera que el arzobispo actuó "en represalia" con él por la relación que tenía con la entidad Cajasur, con la que el arzobispo había mantenido un "duro enfrentamiento" en Córdoba, según el denunciante. Esta entidad fue la que financió un libro sobre la Catedral, que había sido encargado por el anterior arzobispo, Antonio Cañizares, y que fue paralizado por el actual.

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Víctima de los medios

El prelado ha mantenido que es "completamente falso" que su relación con Cajasur tuviera que ver en la destitución del sacerdote de todos sus cargos, si bien ha admitido que tuvo "momentos de diferencias" con la entidad financiera, aunque ha negado que su marcha de Córdoba tuviera que ver con esa situación. Asimismo ha asegurado que ahora mantiene una "relación cordial" con Cajasur y ha sostenido que prefirió dedicar los bienes de la Iglesia a otra "cosa diferente" al libro encargado. Además ha indicado que no conocía que el denunciante era archivero capitular de la Catedral en el momento en el que lo cesó de todas sus responsabilidades.

El arzobispo de Granada ha afirmado que se siente "víctima de un acoso mediático" en el juicio por injurias, calumnias, acoso moral, lesiones y coacciones contra un sacerdote. Monseñor Francisco Javier Martínez ha respondido ya a las preguntas de la acusación y la defensa, mientras que el fiscal, que ha solicitado su libre absolución, no ha inquirido al acusado. El querellante es el que declara ahora, tras lo que llegará el testimonio de los testigos.

El prelado acudió pasadas las 8.30 horas a los juzgados de

La Caleta de la capital granadina y antes lo hizo el querellante. A las puertas de los juzgados no había files, al contrario de lo que ocurrió durante la fase de instrucción, el 5 de junio de 2006, cuando el arzobispo prestó declaración judicial y fue recibido entre aplausos por decenas de personas que esperaron su salida rezando el rosario. 53 periodistas de 20 medios se han acreditado. Para evitar incidentes, la Policía Local ha acordonado una zona de seguridad de la entrada de los juzgados.

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ante el juez
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ante el juezEFE

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