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Datos fiables, un arma esencial para salvar a millones de niños

La falta de equidad sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes para la infancia, según un informe de Unicef

Pablo Linde
Niños en una escuela de Timbuctu, en Malí.
Niños en una escuela de Timbuctu, en Malí.UNICEF

Las armas más útiles para luchar contra la injusticia social no siempre son las primeras que vienen a la cabeza. Tan importantes como alimentos o infraestructuras son los datos. Lo que no aparece en las cifras no existe. Y contra lo que no existe no se puede hacer nada. En su informe Estado Mundial de la Infancia de 2014, publicado hoy, Unicef hace hincapié en las desigualdades que persisten pese a los avances hechos en los últimos años y en que contar con estadísticas fiables “hace posible salvar y mejorar las vidas de millones de niños”.

En el documento, Unicef hace un balance positivo de los logros que se han conseguido en los casi 25 años que han transcurrido desde la Convención de Derechos del Niño de 1989. Algunos hechos son contundentes: los esfuerzos mundiales por reducir la mortalidad infantil han salvado la vida de unos 90 millones niños, gracias en buena medida a la vacunación, los servicios sanitarios y las medidas para potabilizar el agua. Sin embargo, los retos son aún más numerosos y quedan muchas cifras por mejorar: 6,6 millones de niños menores de cinco años murieron en 2012, la mayoría por causas evitables; el 15% de los niños del mundo son obligados a trabajar; un 11% de las menores de 15 años son obligadas a casarse.

“En adelante, sólo podremos hacer progresos si sabemos cuáles son los niños más desatendidos, dónde están sin ir a la escuela, dónde hay enfermedades descontroladas o en qué lugares faltan las medidas sanitarias más básicas”, reflexiona Tessa Wardlaw, jefa de la sección de Datos y Análisis de Unicef. Por eso, el lema del informe de este año es Cada niño cuenta. En él, la ONG urge a incrementar el esfuerzo y la innovación para identificar y solucionar las carencias que impiden disfrutar de sus derechos a los menores con menos recursos.

Lo que no está en la estadística no existe y contra lo que no existe no se puede luchar

Para lograr esta información ya se emplean avances como los teléfonos móviles, que permiten una respuesta más rápida en desastres; encuestas de indicadores múltiples y sobre salud, que están siendo útiles para mejorar la potabilización del agua; medidas objetivas como test de sangre, que ayudan a monitorizar las condiciones sanitarias.

Un ejemlo práctico de cómo puede contribuir esta falta de estadísticas a la desigualdad: en la República Democrática del Congo, una encuesta hecha en 2010 desveló que solo el 28% de los recién nacidos había sido registrado. Estudios hechos más tarde por Unicef revelaron que la falta de una identidad oficial conducía a una mayor falta al acceso a servicios básicos como salud y educación. Es muy frecuente que estos niños que no forman parte de ninguna estadística vivan en instituciones de acogida, en la calle, tengan alguna minusvalía o sean traficados. "No estar registrado perpetúa la invisibilidad y la violencia contra los menores", afirma el documento.

Unicef lleva tiempo haciendo esfuerzos por mejorar la recolección de datos, pero los asuntos comprometedores a los que hacen referencia las encuestas suelen dificultar la tarea. Es el caso de la mutilación genital femenina, la cautela a la hora de confeccionar las estadísticas debe ser máxima para no comprometer la seguridad de las víctimas.

Esta situación es un ejemplo de cómo contar con cifras sirve para impulsar cambios. Al menos para tomar conciencia de ellos en las relaciones internacionales. Un informe publicado por Unicef en 2013 sobre la ablación del clítoris en los 29 países donde esta práctica es más frecuente sirvió para dar respaldo a una resolución tomada por Naciones Unidas un año antes.

"Los datos por sí mismos no cambian el mundo. Pero hace posible el cambio identificando necesidades y midiendo progresos. Lo realmente importante es que quienes toman las decisiones usen estos datos para hacer cambios positivos", afirma el informe.

Logros y retos

P. L.


Han pasado 25 años desde la Convención Mundial de los Derechos del Niño. Estos son algunos logros conseguidos y retos para el futuro.

Logros

  • Los esfuerzos mundiales por reducir la mortalidad infantil han salvado la vida de unos 90 millones niños.
  • La matriculación en la escuela primaria ha avanzado incluso en los países menos desarrollados. Mientras en 1990 solo el 53% de los niños en estos países iban a la escuela, en 2011 era un 83%.
  • La vacunación por sarampión ha pasado del 16% en 1980 al 84% en 2012, lo que ha rebajado las muertes por esta enfermedad de 482.000 en 2000 a 86.000 en 2012.
  • Casi 1.900 millones de personas han conseguido acceso a mejoras sanitarias desde 1990.
  • Las mejoras en nutrición han conseguido bajar al 37% los problemas de crecimiento en niños desde 1990.

Violaciones de los derechos de los niños

  • Unos 6,6 millones de niños de menos de cinco años murieron en 2012, la mayoría por causas evitables.
  • El 15% de los niños del mundo ejercen trabajos que les impiden su derecho a la protección de la explotación económica e infringe el de jugar y aprender.
  • En 11% de las niñas son obligadas a casarse antes de los 15 años, lo que merma su derecho a la salud, educación y protección.
  • El derecho a no sufrir castigos crueles y degradantes es violado siempre que el niño está sujeto a una disciplina violenta en el colegio o la escuela.

Desigualdad

  • De los 18.000 niños que cada día mueren en el mundo, un porcentaje desproporcionado lo hace en lugares que no cuentan con suficientes servicios a causa de la pobreza. Muchos podrían haber sido salvados por poco dinero.
  • Aunque la diarrea podría ser tratada de forma fácil y barata, los niños de hogares ricos que la sufren tienen cuatro veces más posibilidades de recibir el tratamiento que los de hogares pobres.
  • Los niños más pobres del mundo tienen casi tres veces menos de probabilidades (2,7) de tener una atención especializada en su nacimiento, lo que les deja, junto a sus madres, con un mayor riesgo de complicaciones en el parto.
  • En Níger, todos los hogares de las ciudades tienen acceso a agua potable, mientras esto ocurre sólo en el 39% de los rurales.
  • En Chad, por cada 100 niños con acceso a educación secundaria hay sólo 44 niñas.

*Datos recogidos en el informe Estado Mundial de la infancia 2014 de Unicef.

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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