Cómo hemos llegado a ésto
Ante la amenaza de la “ley del aborto”, en la que el fanatismo rayano en la crueldad obliga a las mujeres españolas a analizar los matices semánticos que determinarán la “lista” de las malformaciones compatibles con el aborto, tenemos el deber de preguntarnos cómo hemos llegado a esto en 2014. ¿Cómo podemos permitir tirar por la borda luchas, acciones, investigaciones y trabajos de hombres, mujeres, de miembros de diversas profesiones o de instituciones como los Institutos Universitarios de Estudios de la Mujer? ¿Cómo podemos explicar a mujeres europeas y de otros continentes este meteorito de fundamentalismo que se obstina en aplastar nuestros derechos?
Es justo y pertinente rendir homenaje a una gran mujer, Simone Veil, que siendo ministra de Sanidad en el Gobierno conservador francés de Giscard d’Estaing luchó, con el apoyo de la izquierda, para aprobar, en 1974, la ley que permitiría la interrupción voluntaria del embarazo y acabar así con el problema de los abortos clandestinos. Y no olvidemos que algunos fanáticos de su país la insultaron comparándola con los nazis, siendo ella judía y habiéndole sido arrancada, en campos de exterminio, la vida de su madre, padre y hermano.— Carmen Mata Barreiro.
