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Javier Sicilia: “Estados Unidos nos ha hecho mucho daño”

La caravana por la paz que encabeza el poeta mexicano culmina su viaje por EE UU en Washington donde pedirá a Obama que legalice el mercado de la droga

Eva Saiz
Los integrantes de la caravana por la paz durante su marcha por Washington.
Los integrantes de la caravana por la paz durante su marcha por Washington.E.S.E

“Washington es un punto de llegada pero también un punto de partida”, explicó Javier Sicilia a su llegada a la capital federal de Estados Unidos, última parada de la Caravana por la paz fundada por el poeta mexicano que desde el 12 de agosto ha recorrido Estados Unidos para exigir a su Gobierno que asuma la responsabilidad que le corresponde por su papel en la lucha contra el narcotráfico que se libra en México y que modifique su política contra la droga. Sicilia se ha mostrado satisfecho con la marcha por haber logrado llamar la atención a los ciudadanos estadounidenses sobre la inutilidad de las actuales estrategias contra el contrabando de estupefacientes.

A EE UU le cuesta mucho asumir su responsabilidad en la lucha contra las drogas. A nosotros esta guerra nos está costando mucha sangre y no ha servido para nada” Javier Sicilia

“Washington nos ha hecho mucho daño”, aseguró el poeta tocado con su inseparable sombrero de paño verde antes de iniciar una marcha por las calles de la ciudad acompañado de las 120 familias de víctimas y desaparecidos como consecuencia de la guerra contra la droga que forman su caravana y de otros simpatizantes que se les han unido en el último periplo de su viaje. Sicilia ha exigido la legalización de las drogas para acabar con una guerra que se ha cobrado 60.000 vidas en los últimos años. “A EE UU le cuesta mucho asumir su responsabilidad en la lucha contra las drogas. A nosotros esta guerra nos está costando mucha sangre y no ha servido para nada”, puntualiza.

María Guadalupe Muñoz Guzmán, de Jalisco, sabe de lo que habla Sicilia. En sus manos lleva una pancarta con la fotografía de su hermano, el teniente de Infantería, Miguel Orlando Muñoz Guzmán, del que no sabe nada desde el 8 de mayo de 1993. El teniente Muñoz es uno de los más de 10.000 desaparecidos que se ha cobrado la lucha contra el narcotráfico en las últimas tres décadas. “Mi hermanó denunció los nexos entre los comandantes de Chihuaha y Ciudad Juárez con uno de los cárteles de la droga. El Ejército falseó su firma para hacernos creer que había desertado”, cuenta María Guadalupe. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que aceptó la investigación de la desaparición, exigió al Gobierno mexicano que aclarara la desaparición de su hermano. “El Gobierno de Felipe Calderón tuvo seis meses para hacerlo y no ha movido un dedo. EE UU está apoyando a un Ejército corrupto en su lucha contra la droga, mientras no se haga limpieza en esa institución, ninguna guerra contra el narco tendrá éxito”, asegura.

Javier Sicilia, en Washington.
Javier Sicilia, en Washington.R. González-Eneas (EFE)

A lo largo de los dos próximos días, la caravana se reunirá con 27 oficinas y representantes del Congreso de EE UU, así como con el embajador de México en este país, Arturo Sarukhán, para denunciar la ineficacia de las políticas contra el narcotráfico y presentarles sus propuestas. Sicilia espera poder hacer llegar su denuncia contra la inutilidad de la guerra contra la droga al presidente a través de Julie Chávez Rodríguez, la directora adjunta para Inmigración y Asuntos Latinos de la Casa Blanca, con quien espera entrevistarse en las próximas 48 horas. El poeta insistirá en la necesidad de que "la política se centre en garantizar la libertad y la paz de los ciudadanos en lugar de amenazarla por la vía violenta haciendo crecer a la industria y al negocio generado alrededor del contrabando”.

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Diplomacia ciudadana

Sicilia se muestra esperanzado. “En este mes hemos iniciado algo inédito, que por primera vez los ciudadanos de EE UU y de México se unan en una diplomacia ciudadana”, indicó. Una ilusión que comparte Leticia Mora Nieto que lleva en la caravana desde el primer día de ruta. Mora marcha por las calles de Washington con un cartel enorme con la foto de su hija, madre de dos niñas de tres y dos años, desaparecida el 30 de mayo del año pasado. Las autoridades mexicanas le dijeron que la zona en la que había desaparecido su hija, Atizapán, era dominio del cártel de los Zetas y que era muy difícil hacer nada. “Con esta marcha estamos generando una conciencia en EE UU, para que se den cuenta de que su país está apoyando unas políticas ineficaces”, comenta.

Cipriana Jurado Herrera, la primera defensora de los derechos humanos de México a quien EE UU le concedió asilo político, tras ser amenazada por las autoridades y secuestrada durante 22 horas por la Agencia Federal de Investigación por su lucha contra los feminicidios en Ciudad Járez, también valora la importancia de la caravana.”Estamos mostrando al pueblo estadounidense que con sus impuestos se está financiando una lucha que alimenta el narcotráfico y que en lugar de garantizar la defensa de las libertades de sus ciudadanos, viola sus derechos”.

EE UU está apoyando a un Ejército corrupto en su lucha contra la droga, mientras no se haga limpieza en esa institución, ninguna guerra contra el narco tendrá éxito" Leticia Mora

Aunque la opinión generalizada de la caravana es que sí están logrando atraer la atención de sus vecinos del norte sobre los efectos sociales y económicos que la lucha contra la droga auspiciada por Estados Unidos está causando en México, Sicilia es consciente del trabajo que queda por delante para lograr transformar esa conciencia en gestos políticos. “Es difícil conciliar esa política pacífica en una sociedad donde es tan fácil comprar armas y en la que impera el contrabando”, asegura.

Como muestra de lo sencillo que es acceder a un arma en EE UU, la caravana hará llegar a la Casa Blanca uno de los moldes de cemento en los que introdujeron el resto de un AK 47 que compraron sin ningún problema durante su eta en Houston (Tejas). Varios de sus miembros adquirieron un fusil de asalto y una pistola 9 milímetros que, en un acto simbólico, cortaron con una sierra depositando sus pedazos en moldes de cemento. “Uno lo enviaremos a la Casa Blanca, otro se lo daremos a la Embajada, otro se lo quedará una de las ONG que nos ha apoyado y esperamos llevarnos otro a México”, explicó a la prensa el poeta.

Esta es la tercera caravana que encabeza Sicilia, cuyo hijo fue asesinado por los sicarios del cártel del Golfo en 2011. Las dos primeras se desarrollaron por México y consiguieron alentar a las víctimas a superar su miedo y denunciar las muertes y las desapariciones de sus familiares. Esta última persigue concienciar a la ciudadanía EE UU de la responsabilidad que su propio país tiene en lo que él sostiene que es una guerra fallida e inútil contra las drogas, que no ha hecho sino incrementar la violencia y la inseguridad en México, y exigir un cambio en la forma de abordar la lucha contra el narcotráfico.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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