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Biden visita Brasil en busca de la reconciliación definitiva con Rousseff

Se trata de la primera reunión de alto nivel tras el escándalo por el espionaje de la NSA

Dilma Rousseff y Joe Biden en Brasilia en mayo de 2013.
Dilma Rousseff y Joe Biden en Brasilia en mayo de 2013. AP

En mayo de 2013 el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajaba a Brasil y Colombia para potenciar la relación con dos de los principales socios de Washington en América Latina. Un año después vuelve a esos países pero el contexto ha cambiado enormemente: el entendimiento con Brasilia se ha enfriado notablemente a raíz de la revelación del espionaje masivo de la NSA, y pese a que el buen clima con Bogotá se mantiene, el país ha estado paralizado por las elecciones presidenciales, de cuyo resultado dependía el proceso de paz con las FARC.

Biden inicia este lunes una gira de cinco días, que arrancará en Brasil, seguirá en Colombia y después en República Dominicana, donde tenía previsto terminar el viaje, pero el domingo la Casa Blanca anunció que se alargará un día más con una parada en Guatemala, donde abordará con los responsables de ese país y de Honduras y El Salvador la crisis de la llegada masiva de menores inmigrantes a EE UU.

El vicepresidente de Barack Obama asistirá este lunes en Natal al partido del Mundial de fútbol entre las selecciones de Estados Unidos y Ghana, y al día siguiente se reunirá en Brasilia con la presidenta, Dilma Rousseff. Será una cita muy distinta de la que mantuvieron en la misma ciudad hace un año. Entonces el clima de entendimiento entre los dos gigantes era máximo. La reunión iba a ser la antesala de la distintiva visita de estado de Rousseff a Washington en octubre, el momento de la consolidación definitiva de unas relaciones que aspiran a ser al más alto nivel entre las dos mayores economías y democracias del continente americano.

Hace unos días Rousseff calificó de “buenas” las relaciones con EE UU, pero matizó que aún no se dan las condiciones para reanudar su visita a la Casa Blanca porque aún es necesaria una "señal" de que el espionaje "no volverá a repetirse"

Sin embargo, las revelaciones en septiembre del exanalista de la NSA Edward Snowden sobre el espionaje masivo a la presidenta hicieron saltar por los aires todo el progreso alcanzado y dilapidaron la confianza de Brasilia. Rousseff optó por cancelar su visita a EE UU y, en una derivada clave, el fabricante estadounidense Boeing perdió un pedido millonario de aviones de combate que tenía casi ganado.

“La visita es importante porque para los dos países la relación es fundamental y ayudará a impulsarla”, apunta Jason Marczak, director adjunto del Arsht Latin Center del Atlantic Council, un laboratorio de ideas en Washington. “Aun así, la relación ha mejorado y se ha mantenido la cooperación en múltiples niveles mediante grupos técnicos”, añade en conversación telefónica.

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En los últimos meses se ha producido un incipiente acercamiento entre EE UU y Brasil, motivado por los profundos lazos comerciales y los planes de reforma de la NSA. El Gobierno de Obama ha dado explicaciones al de Rousseff sobre los largos tentáculos de la agencia de espionaje, pero no ha llegado la preciada disculpa reclamada por Brasilia. Hace unos días la mandataria brasileña calificó de “buenas” las relaciones con EE UU, pero matizó que aún no se dan las condiciones para reanudar su visita a la Casa Blanca porque aún es necesaria una "señal" de que el espionaje "no volverá a repetirse".

Aunque la confianza no se ha recuperado del todo, Washington, según Marczak, “ha trabajado intensamente en abordar las preocupaciones brasileñas y en pasar página, y eso es lo que Rousseff quiere”. Previsiblemente dar esa señal e incrementar la cooperación económica, sobre todo en energía, serán los principales objetivos de Biden.

Al margen de Brasil, el vicepresidente de EE UU visitará Colombia, República Dominicana y Guatemala

Su siguiente parada será una reunión en Bogotá con el presidente Juan Manuel Santos. “Ha sido una buena decisión ir después de las elecciones [del domingo]”, pese a estar condicionada por la posibilidad de que Santos no saliese elegido, subraya el analista. En su visita de hace un año, el vicepresidente alabó el empeño de Santos en las negociaciones con las FARC y este fue recibido por Obama en la Casa Blanca en diciembre; pero, según Marczak, las relaciones hubiesen mantenido su fortaleza independientemente del resultado de los comicios -en los que Santos salió reelegido- dados los estrechos lazos políticos y militares entre ambos países.

La siguiente escala del viaje de Biden será República Dominicana donde se entrevistará con el presidente Danilo Medina. La visita estaba prevista para marzo, tras haber asistido en Chile a la toma de posesión de la presidenta Michelle Bachelet, pero la crisis en Ucrania forzó a cancelarla.

A continuación, viajará el viernes a Guatemala para mantener una reunión conjunta con el presidente de ese país, Otto Pérez Molina, el de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el coordinador general del Gobierno de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro. Biden manifestará a los tres que la llegada masiva de menores es un “asunto de gran importancia” para Washington y les anunciará medidas humanitarias para “apoyar” a esos países y tratar de resolver las “raíces” de violencia y disparidades socioeconómicas de esta problemática, según explicó el domingo, sin entrar en detalles, un alto cargo de la Administración. Al mismo tiempo, el vicepresidente dejará muy claro que, como el resto de inmigrantes indocumentados, estos menores pueden ser objeto de deportaciones.

Biden ha liderado la estrategia de la Administración Obama en América Latina, que ha sido menos ambiciosa de lo que apuntaba inicialmente y que en los últimos meses ha estado marcada por sus críticas a la represión de las protestas opositoras en Venezuela, lo que ha contrastado con la benevolencia de la mayoría de países latinoamericanos. Brasil, Colombia y Ecuador han impulsado el diálogo —por ahora poco fructífero— entre el Gobierno venezolano y la oposición, y de bien seguro que esa cuestión será abordada en la gira regional. El vicepresidente también visitó el año pasado Panamá, México, y Trinidad y Tobago.

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