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CRISIS GANADERA

El Gobierno argentino admite la existencia de 132 focos de fiebre aftosa

El Gobierno argentino ha admitido hoy la existencia de 132 focos de fiebre aftosa en la región de la Pampa húmeda, la zona agrícola-ganadera más rica del país. Un comunicado difundido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) indicó que 99 casos se han detectado en la provincia de Buenos Aires, 10 en La Pampa, ocho en Córdoba, siete en San Luis y ocho en Santa Fe.

Héctor Salamanco, interventor del SENASA, consideró que la cifra resulta 'insignificante' si se tiene en cuenta la cantidad de hectáreas y cabezas de ganado existentes en esa región del país. 'Esto parece una barbaridad, pero es insignificante si consideramos el número de predios que tiene Argentina', sostuvo Salamanco.

No obstante, el funcionario ratificó la decisión oficial de vacunar a todos los animales susceptibles de contagiarse la enfermedad y, en ese sentido, precisó que ya se llevan inoculados 14 millones de cabezas de ganado en todo el país. El informe de las autoridades se conoció el mismo día en que el diario Página 12 denunció que trescientos focos de fiebre aftosa diseminados por once provincias no han sido aún reconocidos por el Gobierno.

Hasta el miércoles, el SENASA había reconocido la existencia de 92 focos de la enfermedad. Según el periódico, que dice haber accedido a un informe del SENASA, entre comienzos del pasado mes de agosto y el 8 de marzo último, los técnicos de ese organismo oficial detectaron 393 focos de fiebre aftosa, 126 de ellos en el 2000 y 286 en el 2001. De acuerdo con este documento, la provincia de Buenos Aires, con 134 focos, es donde mayor incidencia tiene esa enfermedad del ganado, de la cual Argentina fue declarada 'país libre sin vacunación' en mayo del 2000 después de casi treinta años de espera.

Siguen a Buenos Aires, Córdoba (104 focos), La Pampa (77), San Luis (28), Santa Fe (24), Formosa (13), Entre Ríos (6), Mendoza (3), Corrientes (3), Misiones (1) y Chaco (1).

Después de meses de sospechas y denuncias de que la enfermedad había reaparecido, siempre negadas oficialmente, las autoridades argentinas reconocieron a mediados de marzo que habían detectado un rebrote de la fiebre aftosa en el país, lo que produjo el inmediato cierre de los principales mercados exteriores para la carne argentina, como Estados Unidos y la Unión Europea.

Argentina, el cuarto exportador mundial de carne, tiene unas 50 millones de cabezas de vacuno, y anualmente se faenan cerca de diez millones. El 80 por ciento de la carne se utiliza en el mercado local, y el resto se exporta.

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