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CIENCIA

Expertos estadounidenses afirman que la clonación de humanos es más fácil que la de animales

Un estudio de la Universidad de Duke concluyen que la presencia en los primates de dos copias de un gen que regula el crecimiento del embrión previene problemas que sí aparecen en otros mamíferos

"Se trata de los primeros hechos genéticos concretos que muestran que el proceso de clonación podría ser menos complicado en los hombres que en las ovejas", dice Keith Killiam, co-autor del estudio.

La diferencia genética está en la presencia en el hombre y en ciertos primates de dos copias de un gen llamado "receptor del factor de crecimiento 2 parecido a la insulina" (IGF2R). El embrión humano y el de algunos primates recibe una copia de cada uno de los padres, mientras que los animales no reciben más que una copia funcional de este gen.

Este gen regula el crecimiento fetal, lo que significa que los embriones humanos están protegidos de sufrir un crecimiento excesivo, algo que sucede con la clonación de animales.

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Como consecuencia de este síndrome ("large-offspring syndrome") muchos mamíferos clonados crecen de manera excesiva en el útero y normalmente mueren justo antes o poco después del parto. Estos clones también tienen pulmones poco desarrollados y una reducida inmunidad a las enfermedades.

"Probablemente va a ser más fácil clonarnos a nosotros de lo sería clonar a esos otros animales porque no existe ese problema, -no fácil pero sí más fácil", asegura Jirtle.

La clonación es el proceso de crear un duplicado de un organismo que es virtualmente idéntico desde el punto de vista genético. Pero las complicaciones se pueden producir cuando los investigadores manipulan los embriones en el laboratorio. El gen IGF2R puede resultar alterado con las consiguientes complicaciones de crecimiento.

El hecho de que los humanos y otros primates tengan dos copias de este gen los salvaguarda de sufrir alteraciones. "Es como un avión con dos motores", dice Jirtle. "En ratones y ratas sólo cuentas con un motor. Si se estropea estás acabado".

Críticas de la comunidad científica

Este estudio está en contra de las advertencias de la totalidad de la comunidad científica, que considera que, en vista de los experimentos de clonación reproductiva entre los animales y el estado actual de la ciencia, la clonación humana no tiene apenas posibilidades de salir adelante.

De hecho, algunas voces se han alzado ya contra las conclusiones de este estudio.

Ian Wilmut, director del Roslin Institute escocés que en 1996 creó a Dolly, la primera oveja clónica, considera que los autores del estudio han ido demasiado lejos en la interpretación de sus resultados. "Espero que esto no sea usado para animar a aquellos que desean clonar humanos", ha asegurado.

Dos grupos diferentes de científicos han hecho públicos ya sus planes para crear los primeros clones de humanos.

Wilmut subraya que el gen "es el responsable de algunos de los problemas de las ovejas clonadas, pero desde luego no el único".

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