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CIENCIA

Un centro veterinario crea un híbrido de llama y dromedario en Dubai

Las dos especies proceden de un mismo tronco, que habitaba las Rocosas hace unos 30.000 años

En el corazón del desierto arábigo, una nueva especie animal ha nacido de la mano de un centro veterinario especializado en ingeniería genética. Financiados por Emiratos Árabes Unidos, los veterinarios han creado un impensable híbrido, un ejemplar único de una nueva raza que han llamado camas, que combina lo mejor de los dromedarios con la más exótica de las llamas andinas.

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La veterinaria británica Lulu Skidmore, jefe del equipo de científicos del Centro de Investigaciones del Camello (CRC, en sus siglas en inglés) del Emirato de Dubai, lleva los últimos cinco años trabajando en este nuevo animal con la codiciada piel de la llama y la envidiable resistencia del camello.

El increible experimento de Skidmore, el primero de este tipo en el mundo, ha tenido éxito. El primer cama nació en 1998, fue macho y le bautizaron con el nombre de Rama. Ahora, los investigadores han vuelto a cruzar a un dromedario macho, Khawar, y una llama hembra, Fenella, por medio de una inseminación artificial.

El resultado es Kamilah, una hembra marrón y blanca que acaba de cumplir un mes y que ha heredado la lana de su madre y las pezuñas y el morro de su padre.

Un eslabón perdido

Según explica Skidmore desde su centro, situado en Al-Awir, a unos 35 kilómetros al norte de Dubai, no se trata de "un cruce tan extraño como la gente se imagina" a priori. "Sólo estamos haciendo retroceder a las manillas del reloj", añade.

Aunque ambos animales simbolicen dos regiones situadas a miles de kilómetros y culturalmente muy distantes, los camellos y las llamas proceden del mismo tronco: un desaparecido camélido con aspecto de jirafa y de largo pelaje que habitó en las Montañas Rocosas de Norteamérica hace unos 30 millones de años.

Así, aunque la llama recuerda a una cabra, es un rumiante de la familia de los camélidos, al igual que el camello y el dromedario. De hecho, ambos comparten la fama de ser animales ariscos y propensos a escupir.

Algunas de estas primitivas criaturas emigraron a Mongolia vía Alaska y Siberia, donde dieron origen al camello de dos jorobas actual. Mientras tanto, otros ejemplares emigraron a la península arábiga, Iran y Pakistán, donde evolucionaron hacia un animal más pequeño, el dromedario de una joroba.

Un tercer grupo viajó a Suramérica y poblaron las montañas de los Andes, donde cambiaron su aspecto para convertirse en llamas que, más tarde, los incas domesticaron.

A pesar de sus vínculos cercanos, los camellos y las llamas no se aparean en estado salvaje pero pueden ser fácilmente cruzados, ya que tienen el mismo número de cromosomas. En el centro que dirige Skidmore, echan una mano a la naturaleza gracias a las nuevas técnicas de reproducción asistida.

Como los camélidos tienen la peculiaridad de que sólo ovulan en el momento de la cópula, Skidmore y su equipo de investigadores inyectan a la llama una hormona llamada gonadotrophin para estimular artificialmente la ovulación.

Después, supervisan el desarrollo de los ovarios del llamas y cuando están maduros, los animales son inseminados con el semen de camello que recogen por medio de una vagina artificial. Con mucha suerte, se produce un embarazo del que nace 11 meses después una cama. Los nuevos camas presentan muchas similitudes con los mulos, el cruce entre caballos y asnos, ya que, como las mulas, las camas son estériles.

Rama, el primer híbrido, tiene el aspecto y el carácter propios de una llama, pero su aspecto y los sonidos que emite son más parecidos a un camello. Skidmore que espera Kamilah también se convierta en una criatura con una lana de buena calidad y un tamaño entre los 85 kilos de su madre y los 500 que pesa su padre.

En los últimos meses, el CRC ha inseminado de la misma forma a 50 llamas. Además, han inseminado a hembras de camello con esperma de llama macho e implantado embiones de cama en camellos hembra, una de las cuales está preñada.

"Ahora somos capaces de crear un híbrido viable entre el camello del Nuevo Mundo [la llama] y el camello del Viejo Mundo [el dromedario] y esta posibilidad es muy interesante", ha indicado Skidmore.

"Estamos logrando lo mejor de las dos ramas: la calidad de la lana del llamas es muy apreciada por la industria, mientras que la fuerza y la paciencia del camello hacen del 'cama' una bestia de carga ideal" ha explicado la científica.

El 'proyecto cama'

El proyecto cama, fundado por la corona de Dubai y un empresario llamado Sheikh Mohammed bin Rashid al-Maktoum, aún no es comercialmente viable pero Skidmore espera producir tantos animales en el futuro como para construir lo que ella llama afectuosamente "una alfombra gigante".

Skidmore viajó a Dubai, donde los camellos son los reyes de las carreras, hace 12 años como parte de un equipo encargado por el Gobierno de desarrollar técnicas de inseminación artificial y de implantes de embriones para mejorar la velocidad de los camellos que, al igual que un purasangre en Europa, puden valer millónes de dólares en los países del Golfo.

Todos los años, Skidmore ha impartido cursos de métodos de reproducción a especialistas en camellos que provienen desde Kazajistán a Sudán, pero su verdadera pasión son los camas. Cuando habla de estos animales, parece más una madre que habla de sus hijos: "Rama es bastante presumido y creído. Sin embargo, Kamilah es un poco tímida".

Como muchos padres, Skidmore desconoce qué será de su descendiente pero, como científica, sabe que su existencia es tan importante como su futuro.

"Independemente de lo que pase, tenemos otro bebé milagro de hace 30 millones de años", explica sobre Kamilah para añadir, orgullosa: "Tenemos los únicos 'camas' del mundo"

La doctora Skidmore sostiene a <i>Kamilah</i>, entre su padre, el dromedario <i>Khawar</i>, y su madre, la llama <i>Fenella</i>, en el centro de investigación de Dubai.
La doctora Skidmore sostiene a Kamilah, entre su padre, el dromedario Khawar, y su madre, la llama Fenella, en el centro de investigación de Dubai.AP
La pequeña <i>Kamilah</i> se esconde detrás de su madre.
La pequeña Kamilah se esconde detrás de su madre.AP

Camellos, llamas y 'camas'

En la actualidad, el dromedario (camelus dromedarius) habita las regiones de África y sudoeste de Asia, aunque fue introducido en España, Italia, América y Australia. Están domesticados desde la más remota antigüedad, aunque los romanos los dieron a conocer un centenar de años antes de Jesucristo.

Puede alcanzar una altura de unos tres metros, sólo superada por el elefante y la jirafa, y pesar unos 1.400 kilos. Utilizado para montar y como un animal carga, es capaz de transportar a un jinete a una distancia de 100 kilómetros al día y de cargar con unos 150 kilosdurante unos 50 kilómetros por día. Además, pueden soportar el calor y los intensos fríos y soportan mucho tiempo sin comer ni beber.

Por su parte, la llama es un camélido suramericano. Los incas descubrieron su carne, su lana y las emplearon como bestias de carga. Como animal de carga, una llama con un peso de 115 kilos puede transportar unos 18 kilos durante 32 kilómetros al día. Hoy en día, los indígenas de Bolivia, Perú, Ecuador, del norte del Chile, y Argentina todavía crían llamas, principalmente por su carne y lana.

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