La vacuna contra la gripe común, "primera medida" para evitar la pandemia
La Comisión Europea insta a los países miembros a inmunizar al mayor número de gente posible contra esta enfermedad
Y mientras el mundo toma medidas por si se produce una pandemia debido a la gripe aviar... ¿Qué puede ir haciendo el ciudadano de pie? Según se desprende de las palabras del comisario europeo de Sanidad, Markos Kyprianou, lo mejor es que, si puede, se vacune contra la gripe común. Kyprianou ha pedido hoy a los países de la Unión Europea que vacunen al máximo de población posible contra la gripe común como "primera medida" para evitar la temida pandemia.
La Organización Mundial de la Salud recomienda vacunarse contra la gripe común. Las vacunas de la gripe actuales pueden potenciar el escudo inmunológico aunque no son específicas para la gripe aviar. Por el momento no existe vacuna contra la gripe aviar en humanos. "No hay ese tipo de vacuna porque el virus no existe", ha explicado Kyprianou, pues precisamente la amenaza latente ahora es que se produzca una mutación de este virus que le permite propagarse entre humanos. Además, los estados miembros deberían hacer acopio de medicinas antivíricas, e instar a tomar medidas de precaución a aquellos que hayan viajado a Rumanía y Turquía, donde se han registrado focos de infección.
La importancia de emprender esfuerzos coordinados para frenar la pandemia ha sido puesta hoy de manifiesto por un estudio publicado en la revista científica The Lancet, que señala además que, si a éstos no se les suma "transparencia" en los planes de prevención y una intensa investigación, la eventual pandemia podría ser tan mortífera como la que en 1918 provocó el fallecimiento de entre 20 y 50 millones de personas. En aquella ocasión, la gripe afectó al 20% de la población mundial.
Las claves de la vacuna contra la gripe común
El Ministerio de Sanidad recomienda la vacuna contra la gripe común fundamentalmente a las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer esta enfermedad, y a aquellas en contacto con grupos de alto riesgo (pues podrían transmitirla).
Entre los primeros se encuentran los mayores de 65 años; las personas ingresadas en una residencia de ancianos; los niños con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares (incluidos los que tienen asma); los niños que hayan sido hospitalizados o hayan seguido un tratamiento médico periódico en el último año por enfermedades metabólicas crónica, insuficiencia renal, hemoglobinopatías o inmunosupresión; y los menores de entre 6 meses y 18 años que estén en tratamiento prolongado con aspirina.
Entre los segundos, médicos y demás personal sanitario que atienda a grupos de alto riesgo; el personal de asilos y centros similares, o dedicados a la atención domiciliaria a pacientes de riesgo; policías, bomberos, etcétera; estudiantes que vivan en colegios mayores; personas infectadas con el VIH; y personas de alto riesgo que vayan a viajar al extranjero, en concreto al trópico en cualquier momento del año, o al hemisferio sur entre abril y septiembre.
No deben vacunarse las personas con alergia al huevo, con hipersensibilidad a las proteínas de huevo o que hayan tenido una reacción alérgica severa a una vacunación anterior con vacuna de la gripe; los niños menores de seis meses; y aquellos que tienen una enfermedad aguda con fiebre alta. Tampoco se recomienda vacunarse en el primer trimestre de embarazo.
La campaña de vacunación comienza entre el final de septiembre y el principio de octubre. La vacuna comienza a hacer efecto aproximadamente a las dos semanas de su aplicación. Las personas incluidas en los grupos a los que se recomienda vacunarse pueden hacerlo de forma gratuita en los centros de salud (o en su domicilio si no pudieran acudir a éstos). El resto puede comprar la vacuna en una farmacia y hacérsela administrar por personal sanitario cualificado.
