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Las Madres de la Zona Norte piden el fin de los sobrevuelos a la Comisión de Ruido de Barajas

Aseguran que su solución de desviar el tráfico al Valle del Jarama no se adopta por "intereses urbanísticos"

La agrupación Las Madres de la Zona Norte, afectadas por los ruidos "espantosos" de los aviones que pasan "a todas horas", ha exigido hoy a la Comisión de Seguimiento de Ruido de Barajas (CSAM) una alternativa que ponga fin al sobrevuelo de núcleos urbanos y el cierre nocturno del aeropuerto.

La portavoz de Las Madres, Isabel Reinosa, ha explicado que es la CSAM quien decide las rutas de las aeronaves, por lo que le piden "directamente" que les tengan en cuenta para diseñar una alternativa, ya que al ser urbanizaciones los núcleos afectados -Santo Domingo, Fuente del Fresno, Club de Campo y Ciudalcampo "nuestros alcaldes no nos defienden", ha asegurado.

La solución que proponen es que el tráfico aéreo se desvíe para que vuele por encima del Valle del Jarama, "pero esto no se lleva a acabo por especulación e intereses urbanísticos en la zona", ha explicado Reinosa.

En su lucha contra el ruido de los aviones de Barajas, que alcanza los 95 decibelios tanto de día como de noche, Las Madres de la Zona Norte prevén concentrarse todos los segundos martes de cada mes ante las oficinas de AENA "hasta que les reciba el presidente y se comprometa a desviar las rutas".

Ruido "insoportable" y nervios

Carmen Niella es vecina de Santo Domingo y asegura que esta situación les ha cambiado la vida. "Éramos una familia muy tranquila y ahora estamos todos de los nervios; mis hijos se levantan para ir a trabajar fatal y hasta se toman un tranquilizante", afirma esta madre.

Isabel Rosique vive en Ciudad del Campo, en una casa con ventanas dobles, y "aún así, el ruido es insoportable, estamos perdiendo la calidad de vida que buscábamos al venirnos aquí y lo peor es que no nos hacen caso, es una situación muy triste", dice. Mientras, Paqui Arnau, de Fuente del Fresno, tiene dos hijos pequeños, de uno y cinco años, y asegura que por su casa pasan los aviones tan cerca que "casi puedo ver al piloto"

Por su parte, Pauline Haworth comenta que, cuando pasea con su nieta de un año, ésta llora por miedo al ruido de los aviones. En cada familia "hay un drama", pero todas tienen la esperanza de que haya alguna solución pronto, ha resumido esta vecina en nombre de todas las demás. Aparte de los problemas de la contaminación, Las Madres recuerdan el "terror" que producen las aeronaves y el riesgo de caída de piezas, algo a lo que no quieren que estén expuestas sus familias.

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