La convención contra la desertificación aprueba un plan estratégico pero no alcanza un acuerdo presupuestario
Japón veta en el último momento una ampliación de los recursos económicos
La VIII Convención para la lucha contra la Desertificación ha concluido esta mañana en Madrid con la aprobación de un Plan Estratégico decenal, pero sin lograr un acuerdo presupuestario, que ha sido vetado por Japón en el último momento.
En el último tramo de las negociaciones, durante la pasada madrugada, la delegación nipona, que inicialmente había avalado un aumento del 5% del presupuesto, ha argumentado finalmente que no estaba autorizada a elevar su participación económica, debido al vacío de Gobierno propiciado por la dimisión de su primer ministro.
Tras el veto de Japón, los países han aplazado la decisión sobre el incremento del presupuesto a la celebración en Nueva York de un pleno extraordinario en las próximas semanas, que únicamente abordará esta cuestión. Tanto la delegación española como las organizaciones ecologistas han coincidido en criticar la postura de Tokio y mostrar su insatisfacción ante el hecho de que no se aprobase el presupuesto de la Convención para los próximos dos años.
Objetivos claros
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha lamentado "profundamente" el veto de Japón y ha considerado positivo que por primera vez en la historia de la Convención se haya logrado sacar adelante una estrategia con "objetivos claros".
La Conferencia, de carácter bienal, se inauguró el pasado 3 de septiembre con la asistencia de cerca de 2.000 asistentes de casi 200 países. El acto inaugural fue presidido por los Príncipes de Asturias, que avalaron el compromiso para combatir la desertificación, que afecta a una tercera parte del planeta y sufren unos 1.200 millones de personas en el mundo.
Durante los doce días que ha durado la reunión de Madrid, los participantes han trabajado para dar un impulso a la lucha contra un proceso que está ligado al hambre, la pobreza, la migración forzosa y los conflictos bélicos.
