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La factura farmacéutica sube un 5,01% en mayo

El mes pasado fue el primero con los nuevos precios de referencia

El gasto farmacéutico (en verdad, lo que cuestan a precio de venta al pública los medicamentos cubiertos en todo o en parte por una receta pública) ha subido en los últimos 12 meses -los que acaban en mayo- un 5,01%. El importe de esta factura está ya por encima del millón de euros mensuales. La cifra no tiene en cuenta los medicamentos de uso hospitalario.

El Ministerio de Sanidad destaca que el último mes el precio medio por receta ha bajado un 1,05%, lo que se correspondería con las rebajas obligadas al entrar en vigor los nuevos precios de referencia. Este sistema, que fue implantado por el PP y que Sanidad recuperó en 2007, supone que aquellos medicamentos para los que existe un genérico tienen una serie de limitaciones si quieren que la sanidad pública los financie. Para ello, se fija un máximo (el de las tres presentaciones iguales más baratas). Los médicos tienen entonces que recetar esa presentación o hacerlo por principio activo (poniendo el nombre de la molécula y no el comercial,) para que el farmacéutico dé siempre el más barato.

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De esta manera se compensa el efecto que sobre las cuentas tendría el aumento de las recetas (un 4,4% interanual), lo que llevaría a aumentos muy superiores en el gasto (lo normal es que cada vez se receten más fármacos nuevos y los antiguos vayan cayendo en desuso).

El sistema es parcialmente satisfactorio para todas las partes. Los fabricantes de genéricos aseguran que sus productos pueden competir con los más conocidos medicamentos de marca. Sin embargo, según la patronal que los agrupa, Aeseg, sólo un 30% de las recetas son de genéricos, cuando podrían serlo un 40%. Esto se debe a que los laboratorios con productos propios rebajan el precio hasta el del genérico para no verse expulsados del mercado.

Los fabricantes de productos innovadores, agrupados en la patronal Farmaindustria, han aceptado el sistema porque, por lo menos, les asegura el tiempo de patente para los nuevos y, sabiendo en qué fecha sacaron cada producto al mercado, les permite calcular cuando van a tener que enfrentarse a la competencia de los genéricos.

Y Sanidad consigue un crecimiento que se consideraba sostenible, por lo menos antes de la actual de la actual crisis (en 2004 el aumento superó del 11%).

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