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Los aviones planearán los últimos 180 kilómetros antes del aterrizaje para ahorrar CO2

Fomento impulsa un plan de "aterrizajes verdes" para 2010.- En cada operación se ahorrarán más de 100 kilos de CO2 y se reducirá el ruido

El ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado hoy que a partir de 2010 España implantará el sistema de "aterrizaje verde" en los aeropuertos. Se trata de "una medida para que los aviones tomen tierra a mínima potencia, planeando, con menos ruido, menos gasto de combustible y menos emisiones", como la ha definido Blanco en la Comisión Mixta del Congreso y el Senado para el Estudio del Cambio Climático.

El decano del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (Copac), Luis Lacasa, explica que con este sistema de descenso continuo "a unos 180 kilómetros de distancia el piloto pone los motores al ralentí y desciende como planeando. A unos 11 kilómetros de la pista empezaría a meter potencia para realizar el aterrizaje normal". Lacasa ya ha realizado tres pruebas de aterrizaje continuo con un Airbus 340. Actualmente los aviones descienden hasta cierta altura y luego la tienen que mantener con restricciones de velocidad. Con el nuevo sistema, en vez de descender a saltos metiendo potencia de vez en cuando, bajarán de forma continua.

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Lacasa explica que el principal problema del nuevo sistema es la gestión del tráfico aéreo, ya que no todos los aviones descederán a la misma velocidad. Por eso el sistema se empezará a implantar de noche. Fomento afirma que, "con estas aproximaciones verdes, se logrará una reducción de entre cuatro y seis decibelios en las poblaciones situadas a más de 18 kilómetros de la pista de aterrizaje" y que se ahorrarán "entre 100 y 160 kilos de combustible por vuelo y las emisiones de CO2 se reducirán entre 300 y 480 kilos por operación". Otros países ensayan sistemas parecidos. El tiempo de vuelo sólo aumenta en unos dos minutos.

El sector de la aviación, responsable de un 2% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, está exenta del control de emisiones, pero se encuentra en un proceso de ahorro al máximo de combustible. Una ley ya les ha impuesto un plan de control a las aerolíneas.

Fomento ya ha renegociado el uso de rutas aéreas hasta ahora reservadas a vuelos militares para ahorrar tiempo y combustible. La reestructuración del espacio aéreo ahorrará, según el ministerio, 600.000 toneladas de CO2.

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