¿Por qué necesitamos una nueva ley antitabaco en España?
El tabaquismo es la principal causa de enfermedad y muerte evitable y actualmente constituye un problema de salud pública de gran magnitud. En España, el tabaquismo activo causa la muerte prematura a más de 50.000 personas cada año y la exposición involuntaria al humo ambiental de tabaco (HAT) o tabaquismo pasivo origina, en nuestro país, cerca de 3.000 fallecimientos por año. Desde hace tiempo, y como consecuencia de los resultados de la investigación clínica y epidemiológica, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer ha declarado que el HAT es un agente cancerígeno y el principal contaminante de los espacios cerrados.
Con respecto al recorrido de la "Ley 28/2005 de medidas de control del tabaquismo", caben las siguientes consideraciones:
En el año 2005, algunos miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (Ciberes), pertenecientes al área de Tabaquismo de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), coordinamos el primer estudio español de ámbito nacional que informó acerca de la epidemiología del tabaquismo pasivo antes de la implementación de la Ley. Comprobamos que casi la mitad de los no fumadores estaban expuestos al HAT en su hogar, lugar de trabajo, centro de estudios o en lugares de ocio. Hoy se sabe que el impacto de la nueva Ley es bastante limitado según lo expresado en los resultados de los estudios publicados por diferentes sociedades científicas (SEPAR, CNPT, Grupo Evaluación de La Ley) y organizaciones sociales (OCU, AECC).
Son muchos los argumentos comunicados por diferentes entidades que afirman que aún estamos lejos de alcanzar los objetivos propuestos por la OMS a través del Convenio Marco del Control del Tabaquismo.
Los retos pendientes en nuestro país tras analizar aspectos clínicos, epidemiológicos y sociológicos (el 70% de la población española está a favor de aumentar las restricciones) pueden resumirse en:
1) Mejorar el control de la promoción y venta del tabaco, para conseguir una reducción del consumo de tabaco entre los jóvenes
2) Conseguir que los lugares de ocio y hostelería sean libres de humo
3) Incrementar la información sobre las consecuencias del tabaquismo pasivo
4) Reducir el porcentaje de fumadores
5) Disminuir la venta de cigarrillos
6) Consolidar y consensuar el desarrollo autonómico de la ley
7) Introducir un circuito adecuado de asistencia al fumador con programas integrales que incluyan la financiación
8) Modificar las medidas fiscales para que España deje de ser el estanco de Europa
En resumen, éstos son algunos de los planteamientos que llevan a exigir la necesidad de una nueva Ley que contribuya a ser consecuente con lo expresado en el artículo 43 de la Constitución Española, donde se reconoce explícitamente el derecho a la protección de la salud de todos los españoles.
Juan Antonio Riesco Miranda es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y representante de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT).
