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Encarcelada una española en EE UU por incumplir la custodia compartida de su hija

El juez decreta prisión para la tinerfeña Raquel Toledo durante 90 días por un delito de desacato

La modelo y administrativa tinerfeña Raquel Toledo, de 37 años, fue encarcelada el pasado martes en una prisión del condado de Brazoria (Houston, Tejas) acusada de incumplir los términos de la custodia compartida de su hija de 3 años con su ex marido, el cirujano plástico norteamericano Robert Krastchmer.

El cónsul general de España en Houston, Miguel Ángel Fernández de Mazarambroz, ha explicado que Toledo ingresó en prisión por incumplir en cinco ocasiones -entre marzo de 2008 y octubre de 2009- la custodia compartida. Al considerarlo un delito de desacato, el juez ordenó su entrada en la cárcel por un periodo de 90 días. "Este no es un caso tan grave como otros con los que se ha comparado", ha señalado Fernández de Mazarambroz, en referencia al caso de la valenciana María José Carrascosa. "Simplemente un juez ha decidido que ha habido un quebrantamiento de la ley y ha ordenado prisión por ello. A falta de llegar a un acuerdo, es probable que el juez reduzca la pena a 15 días o menos".

Raquel Toledo se trasladó a Estados Unidos hace 15 años para estudiar Administración y en 2004 conoció al cirujano, con el que tuvo una hija en 2006. Según la familia de la mujer, el 28 de octubre de 2006 ésta presentó una denuncia por maltrato y fue entonces cuando la familia, según su versión de los hechos, conoció el "infierno" que Toledo había estado viviendo. Siempre de acuerdo con sus familiares, Toledo tuvo que huir de su domicilio, refugiarse en un piso para mujeres víctimas de malos tratos e iniciar un "tortuoso" camino en los tribunales.

La familia sostiene que ha gastado ya casi 200.000 dólares (147.000 euros) en defenderla. Y cuenta que, el día en que se decidía su demanda de divorcio (en septiembre de 2009), el entonces abogado de Raquel Toledo le advirtió de que, o evitaba ir a juicio y suscribía un acuerdo amistoso con su ex marido a cambio de una pensión de 1.200 dólares (881 euros) y la custodia compartida, o perdería a su hija por intento de secuestro y salir de EE UU hacia España. Toledo aceptó el acuerdo. Desde entonces, aseguran sus familiares, es restringida su libertad de acción con su hija: no la puede llevar al psicólogo, ni al médico, ni puede salir de EE UU, sin conocimiento y autorización del ex marido. Tampoco puede salir de Houston, le solicitan el pasaporte de la pequeña (que no tiene) y le asignan un abogado distinto para que defienda en exclusiva los intereses de la menor.

Su ex marido denunció a Toledo por no entregarle a la niña los días 21 de marzo y 11 de mayo de 2008, y el 26 de julio, 27 de agosto y 10 de octubre de 2009. La familia, que afirma que Toledo está "muy mal, impotente e indefensa", reconoce que ésta no entregó a su hija en todas las ocasiones en las que estaba establecido, pero que "siempre hubo una causa objetiva: o él estaba de viaje o no podía. Jamás nuestra hija se ha negado a que su padre vea y tenga a la pequeña", asegura Félix Toledo. Él y su mujer, Carmen, reclaman "toda la ayuda diplomática y legal posible".

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