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Fallece Gloria Valencia, la 'primera dama' de la televisión de Colombia

Fue la primera colombiana en aparecer en la pantalla chica

"Se fue la primera dama de la televisión". Así anunciaron varios medios de comunicación la noche del jueves la muerte de Gloria Valencia de Castaño, una mujer que con su calidez se ganó el cariño de muchos colombianos. Murió el jueves en la noche, víctima de una insuficiencia respiratoria. Tenía 83 años.

Las generaciones más viejas vieron nacer con ella, en 1954, la televisión colombiana. En uno de los primeros programas, El lápiz mágico, era la encargada de comentar las noticias de la semana, fue la primera mujer en aparecer en la pantalla chica. Los más jóvenes la identifican por sus programas de corte ecológico. Durante años dirigió Animalandia, una hora dedicada a contar "la historia de los animales y los animales en la historia".

Durante años dirigió el programa de corte ecológico 'Animalandia'

Gloria Valencia nació en Ibagué (Colombia) en 1927 y desde muy joven se dedicó, al lado de su esposo Álvaro Castaño, a sacar adelante la emisora radial cultural HJCK: el mundo en Bogotá. Fue una tarea titánica: la idea era lograr que la música clásica llegara a esa "inmensa minoría" que la apreciaba. Hace pocos años la vendieron.

"Era una mujer polifacética", comenta la periodista y escritora María Cristina Lamus, quien trabajó con ella. Gloria Valencia no solo se destacó en la radio y en la televisión, también fue directora de la revista femenina Laura y escribió para varias publicaciones.

"Lo que más destacaría de ella", agrega Lamus, "era su visión universal: era una mujer viajada, culta, amaba con pasión la poesía, el arte". Y esta pasión la compartió con su esposo durante 64 años y fue la que, como lo contó él ayer, hizo que su matrimonio no tambaleara en momentos de crisis.

Gloria Valencia impuso un estilo en la televisión: elegante pausado, sobrio. Así aparecía siempre: no importa si estaba frente a programas culturales -Conozca los autores fue uno de ellos- o programas de concurso -El precio es correcto-, o como presentadora oficial del concurso nacional de belleza, o bien frente a un programa infantil, como Cumpleaños Ramo. Pero a pesar de su vida agitada privilegió siempre a su familia: sus dos hijos Pilar y Rodrigo heredaron su pasión por los medios.

"Era muy talentosa, tenía un gran olfato periodístico y una personalidad atrayente: siempre sonriente, siempre amable, lo que tenía que decir, así fuera un regaño, lo decía de manera dulce", recuerda también María Cristina Lamus.

Es la imagen que queda de ella: una mujer sonriente que nunca -siendo una figura pública- protagonizó un escándalo. Y esta calidez estuvo presente en su velatorio: ayer viernes el salón de la funeraria estuvo adornado con pétalos y flores blancas.

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