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Oxígeno para resucitar el mar Báltico

Un proyecto sueco experimenta la circulación forzada con molinos en el mar

A consecuencia de la contaminación producida por las actividades humanas, el mar Báltico, un mar cerrado con poca circulación, tiene numerosas áreas muertas en su fondo, donde apenas hay vida marina. La abundancia de nutrientes, especialmente fósforo y nitrógeno, ha llevado a su eutrofización, que se manifiesta en la falta de vida a gran profundidad y en los brotes veraniegos de cianobacterias. Los científicos tienen ya bien hecho el diagnóstico y conocen los procesos que tienen lugar, pero ahora quieren experimentar una solución: la circulación forzada de agua de la superficie hacia el fondo para proporcionar el oxígeno que necesita un ecosistema equilibrado.

El proyecto Baltic Deepwater Oxygenation ha empezado en la Universidad de Gotemburgo (Suecia) con dos estudios piloto en sendos fiordos que han demostrado que el bombeo de agua rica en oxígeno de la superficie del mar hasta una profundidad máxima de 120 metros es efectivo para establecer las condiciones necesarias para que se inicien los procesos naturales que eviten la eutrofización. El siguiente paso es probar su efectividad en aguas abiertas con la ayuda de un gran molino de viento para bombear el agua. Los científicos señalan que este proyecto no puede reemplazar los actuales esfuerzos de los países ribereños para reducir el vertido excesivo de nutrientes al mar.

La idea de oxigenar los fondos marinos sin vida viene de la propia naturaleza y se puede comparar con la restauración de las marismas en tierra, explican los responsables de la idea. Ambos métodos se basan en establecer nuevos ecosistemas que puedan ligar los nutrientes que hay en exceso. Anders Stigebrandt, director del proyecto, apunta: "Si se oxigenan los fondos marinos del Báltico, cada kilómetro cuadrado de la superficie podrá absorber tres toneladas de fósforo en poco tiempo, que es un efecto exclusivamente geoquímico. Si se mantienen los fondos oxigenados durante un tiempo prolongado, se establece la fauna y esto se traduce en que los sedimentos del fondo se oxigenan hasta varios centímetros de profundidad, y el nuevo ecosistema probablemente contribuya a la posibilidad de que el sedimento absorba más fósforo".

El fósforo reacciona con los metales de los sedimentos, en presencia de oxígeno. Las concentraciones en invierno de fosfatos y nitratos en las aguas del Báltico casi se han duplicado desde los años sesenta del siglo pasado.

El ensayo en mar abierto se prepara en colaboración con la empresa Inocean AB. La bomba estará contenida en una boya tubular de 60 metros de alto a 100 metros de profundidad, que se anclará en una zona plana todavía por elegir en la costa este de Suecia. Dado que la boya presenta muy poca sección transversal, la bomba no resultará afectada por las olas.

"La bomba podrá bombear 30 metros cúbicos de agua por segundo, lo que supone 15 veces más que las utilizadas en los experimentos de los los fiordos. Si esto funciona, utilizar una cinco veces mayor a 120 metros de profundidad no debe presentar grandes problemas", dice Stigebrandt. "Este es el tamaño que creemos necesario para un futuro sistema a gran escala para oxigenar los fondos del mar Báltico".

Ilustración de una bomba movida por el viento
Ilustración de una bomba movida por el vientoINOCEAN AB

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