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Plástico para salvar el plástico

Las bolsas de un solo uso tienen una vida útil de 20 minutos

Cada español consume 238 bolsas de plástico de un solo uso al año, unas bolsas que tienen una vida útil de 20 minutos. El consumo total se eleva a 13.500 millones de bolsas al año. Muchas se reutilizan como bolsas de basura. Pero apenas se recicla el 11%. España es el primer productor de bolsas de plástico de un solo uso de Europa. Y el tercer consumidor. Una industria que sostienen 350 empresas que se dedican prioritariamente a fabricar el denominado film de plástico y que emplean a 11.000 trabajadores. Pero que genera 98.000 toneladas de residuos al año.

La bolsa de un solo uso se entrega gratuitamente en la inmensa mayoría de establecimientos comerciales. Los usuarios no tienen conciencia de su coste, ni económico ni ambiental. Es muy ligera, y es frecuente verlas arrastradas por el viento tanto en las ciudades como en el campo. Generan contaminación, pero visual porque el plástico es inerte. Sus ventajas, su resistencia y su durabilidad, se convierten en sus grandes debilidades.

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El Gobierno aprobó en marzo el anteproyecto de una ley de residuos, que ahora tramita el Congreso, que pretende reducir paulatinamente el consumo de bolsas de un solo uso hasta suprimirlas definitivamente en 2018.

Técnicos de Aimplas, el instituto tecnológico del plástico de la Comunidad Valenciana, y de la Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos (AVEP), una comunidad que concentra casi el 12% de la industria nacional por cifra de negocios, presentaron ayer en Valencia un exhaustivo informe en torno al asunto para concluir que "la bolsa no es el problema", sino el mal uso que se hace de ella.

Varios países se han anticipado a España para reducir el consumo. Bangladesh, en 2002, fue el primer país del mundo que prohibió el uso y fabricación de bolsas de plásticos de un solo uso. En Alemania, las tiendas que ofrecen bolsas de plástico deben pagar una tasa de reciclaje. En Irlanda se estableció una tasa por bolsa en 2002 que se ha multiplicado por tres desde entonces. En México está prohibida la entrega gratuita de bolsas de plástico desde 2010. Etcétera, etcétera.

Varias comunidades autónomas han aprobado legislación propia o han alentado acuerdos entre los afectados para paliar el problema ambiental que generan las bolsas de un solo uso. Desde el pasado 1 de mayo, los andaluces pagan cinco céntimos de euro por cada bolsa de un solo uso. Desde el 1 de enero, los comerciantes canarios pagan cinco céntimos por cada bolsa que entregan a sus clientes. En julio de 2009, fabricantes de bolsas y empresas de distribución firmaron con la Generalitat catalana un Pacto por la bolsa que pretende reducir el consumo de bolsas de un solo uso en 2012 a la mitad respecto al consumo en 2007. Etcétera, etcétera.

Carrefour abrió la batalla entre las grandes empresas de distribución con una campaña publicitaria bajo el lema Bolsa caca. Cristina Monge, secretaria general de AVEP, lamentó "el falso mito" creado por "una publicidad engañosa" y, sobre todo la mala imagen que acarreó a la industria del plástico.

Desde entonces, Carrefour solo suministra bolsas reciclables elaboradas con fécula de patata y bolsas de rafia importadas de Asia. Y las cobra, porque no compiten con el film convencional.

Mercadona empieza a cobrar por las bolsas a partir de mañana en todos sus establecimientos. Desde hace seis meses, las viene cobrando en sus supermercados de Cataluña, Andalucía y Cantabria. Todos los grandes distribuidores impulsan campañas de sensibilización o premian a los clientes que aportan sus propias bolsas.

¿Y la industria? "La industria se diversifica hacia la producción de bolsas reutilizables de polietileno. Unas bolsas cuya resistencia garantiza un mínimo de 15 usos y son reciclables al 100%", comentó Monge. "Otros apuestan por la bolsa oxo degradable, reciclable y biodegradable, con una resistencia idéntica a la reutilizable. Pero el sector apuesta, sobre todo, por la información veraz".

Un informe de la Universitat Pompeu Fabra considera que la bolsa reutilizable de polietileno es la mejor opción.

La industria también pide una campaña de sensibilización entre los usuarios. Una encuesta vinculada al informe revela que "el 40% de los consumidores no saben que las bolsas de plástico deben arrojarse al contenedor amarillo", comentó Sergio Giménez, de Aimplas. "Y eso no quiere decir que el 60% restante lo haga", apostilló.

Una cliente sale de un supermercado en Valencia con la compra en bolsas de plástico.
Una cliente sale de un supermercado en Valencia con la compra en bolsas de plástico.JORDI VICENT

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