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El descubrimiento del genoma de un tipo de leucemia permitirá establecer terapias individuales

A largo plazo se podrán seleccionar y bloquear las mutaciones constructoras que desencadenan la leucemia linfática crónica

El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, Carlos López Otín, ha asegurado hoy en Santander que el descubrimiento del genoma de la Leucemia Linfática Crónica (LCC), gracias a un estudio coordinado por el propio bioquímico en colaboración con el doctor Elías Campo del Hospital Clínico de Barcelona, permitirá "instaurar estrategias terapéuticas adecuadas para cada paciente". Objetivo al que la ciencia se está aproximando "a una velocidad vertiginosa", según ha asegurado.

Estas conclusiones se extraen a partir de la secuenciación del mapa genético de cuatro pacientes con LCC, gracias a la cual se ha demostrado que: "Son necesarias más de mil mutaciones para desarrollar esta enfermedad". Así lo ha declarado López Otín durante una rueda de prensa con motivo de la presentación de la 'Escuela de Biología Molecular Eladio Viñuela: Fronteras de la Biomedicina de la era genómica', organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y conducido por Margarita Salas, bióloga molecular.

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Según López Otín, el descubrimiento permitirá a largo plazo: "Seleccionar y bloquear las mutaciones constructoras que desencadenan el tumor, distinguiéndolas de las mutaciones pasajeras, que acompañan el proceso pero no están directamente implicadas".

López ha dejado claro que esto no implica la curación definitiva ni soluciones mágicas, sino que permite por primera vez disponer de toda la información posible acerca del cáncer y ponerla al alcance de los médicos".

El premio Nacional de Biología 2008 ha manifestado, además que los resultados del estudio, publicados en la revista 'Nature': "obligan a los especialistas a replantear muchas de las consideraciones sobre qué es lo que representa el cáncer". Una enfermedad a la que definió como: "una acumulación de daño genético" generada por una tormenta mutacional".

En la misma línea se ha pronunciado Arcadi Navarro, profesor universitario y bioinformático, para quien "el campo de la genómica se está moviendo muy rápido".

Hace diez años, ha argumentado Navarro, " los científicos buscaban unos pocos genes que se creían responsables del desarrollo de enfermedades complejas -aquellas cuya génesis se explica por factores genéticos pero también ambientales- mientras que hoy en día", ha dicho "estamos empezando a ver que esas enfermedades son entidades muy heterogéneas".

"No existe, probablemente, un cáncer o una diabetes, sino síntomas parecidos de conjuntos de mutaciones muy distintos", se ha aventurado a declarar Navarro, quien ha asegurado que: " es posible que dos individuos tengan la misma sintomatología y al mismo tiempo una arquitectura genética completamente distinta".

Por todo ello, ha manifestado que es: "Urge obtener una pintura clara de la diversidad genética individual, para lo cual es necesario la obtención de genomas completos de los individuos bajo estudio", ha sostenido.

Para Ángel Carracedo, médico genético gallego, los avances están siendo "difíciles pero importantes" ya que están posibilitando "una revolución en el conocimiento de la enfermedades", aunque ha descartado que a corto plazo las investigaciones actuales permitan llegar a "predecir el riesgo" de sufrir un cáncer o una diabetes.

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