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Crece la presión en China para relajar la política de hijo único

La provincia sureña de Guangdong, una de las más industriales del país, solicita al Gobierno central permiso para que los matrimonios puedan tener dos hijos si el padre o la madre no tienen hermanos

Cuando el pasado abril el Gobierno chino hizo públicos los resultados del censo efectuado a finales de 2010, lo datos confirmaron con números y porcentajes algo que ya sabían y preocupa desde hace tiempo a las autoridades: el país más poblado del mundo, con 1.339 millones de almas, es cada vez más anciano. Los chinos con más de 60 años representan el 13,26% del total -2,93 puntos porcentuales más que en el recuento anterior, realizado en 2000-, mientras que los que tienen 14 años o menos suponen el 16,6%, 6,29 puntos menos.

Esta situación -consecuencia directa de la política de hijo único y la modernización experimentada por China en las últimas décadas- representa un serio problema. Los demógrafos y economistas han advertido que tendrá un gran impacto en el futuro en el mercado laboral de la segunda economía del mundo, debido a la disminución de la cifra de potenciales trabajadores, y amenaza el equilibrio social, ante la reducción paulatina del porcentaje de gente activa disponible para sostener a la creciente tercera edad.

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"En los últimos 10 años, la población de todas las 31 provincias, municipalidades y regiones autónomas ha crecido, y todas se enfrentan a un problema de rápido envejecimiento", afirmó al presentar el censo Ma Jiantang, alto funcionario de la Oficina Nacional de Estadísticas, quien insistió en que la tendencia es más pronunciada en las zonas costeras y las más desarrolladas.

No han pasado ni siquiera tres meses, y ya han surgido iniciativas para hacer frente a la situación. Han llegado en primer lugar de Guangdong, una de las zonas costeras más desarrolladas del país a las que se refería Ma. Las autoridades de la provincia sureña -la más poblada de China y una de las más industrializadas- han solicitado a Pekín que relaje la estricta política de planificación familiar para permitir a los matrimonios tener dos hijos si el padre o la madre son hijos únicos.

"No sé si el Gobierno central dará luz verde o no, o cuándo será aprobada la petición, pero la provincia está en posición ahora de relajar la política de hijo único, que ha estado en vigor más de tres décadas", dijo hace unos días Zhang Feng, director de la comisión de población y planificación familiar de Guangdong. Según Zhang, la modificación de la ley de control de natalidad no conduciría a un rápido incremento de la población, a causa del fuerte aumento que ha experimentado el coste de dar a luz y criar a un niño. La educación y la Sanidad en China son de pago. De ser aprobado el proyecto piloto y tener éxito, la provincia podría servir de ejemplo a seguir para otras regiones.

Guangdong tiene 104 millones de habitantes, de ellos más de 10 millones con más de 60 años. El número de personas pertenecientes a la tercera edad aumenta alrededor del 3,5% al año. Se prevé que la provincia tenga 135 millones de habitantes para 2015.

La política de hijo único ha situado la tasa de crecimiento anual de la población china por debajo del 1%, y se estima que pasará a ser negativa en las próximas décadas. Además, existe un grave problema de desequilibrio de género, debido, en buena medida, a los abortos selectivos, en este país en el que el que existe una preferencia tradicional por el hijo varón. Los hombres representan más del 51% de los habitantes de China. Sus críticos aseguran también que ha generado frecuentes violaciones de los derechos humanos, como esterilizaciones y abortos forzados.

Pekín asegura, sin embargo, que ha evitado 400 millones de nacimientos -35 millones de ellos en Guangdong- y ha permitido al país desarrollarse más rápido. Además, recuerda que China continúa siendo un país en desarrollo y que aún está muy lejos de las economías más avanzadas en renta per cápita.

La política de hijo único, introducida en 1979, tiene excepciones; entre ellas, los miembros de las minorías étnicas, residentes en las zonas rurales cuyo primer hijo es una niña y parejas en las cuales ambos no tienen hermanos. En los últimos años, ha sido cada vez más cuestionada entre las nuevas clases adineradas, que están presionando a las autoridades para que la modifiquen. Famosos y ricos tienen a menudo un segundo hijo y pagan la correspondiente multa, lo que ha provocado fuertes críticas entre quienes consideran que el sistema es discriminatorio.

Una pareja china con su nieto en el metro de Shanghai.
Una pareja china con su nieto en el metro de Shanghai.CARLOS BARRIA (REUTERS)

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