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Un canal con mucho tráfico

Por la muñeca pasan nueve tendones y el nervio mediano. La batalla por el espacio entre ellos puede desembocar en el síndrome del túnel carpiano. Una patología cada vez más común, dolorosa y hasta incapacitante, pero de fácil corrección

Hormigueos, entumecimiento, pérdida de fuerza en las manos, e incluso dolor. Estos son los síntomas más comunes del síndrome del túnel carpiano (STC), una afección causada por la disminución del espacio en el canal del carpo en la muñeca. Se trata del conducto limitado por huesos y un ligamento inextensible y atravesando nada menos que nueve tendones y el nervio mediano, responsable de la sensibilidad del pulgar, el índice, el dedo medio y una parte del anular.

Las personas más propensas a sufrir el STC son las que padecen obesidad, diabetes, hipotiroidismo y las mujeres embarazadas por la acumulación de líquidos. La presidenta de la Asociación Española de Fisioterapuetas, Antonia Gómez, apunta también a conductas de vida que pueden favorecer la aparición de esta afección como el consumo del tabaco y el alcohol.

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Sin embargo, no existe un perfil claro de paciente, porque en los últimos años se han multiplicado los casos por un aumento en el diagnóstico de personas que antes no acudían al médico, pero también por un incremento de los casos reales debido al envejecimiento de la población, según asegura Francisco del Piñal, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología, secretario general de la Sociedad Europea de Artroscopia de Muñeca y director de The Journal of Hand Surgery.

Ana Sánchez, de 50 años, es una de los múltiples españoles que ha sufrido STC. Ha sido operada de la mano derecha por esta dolencia y puede que corra la misma suerte con la mano izquierda que ya le empieza a dar problemas. Para ella, lo peor era despertarse por las noches con las manos agarrotadas: "Pasaban unos minutos hasta que volvían a la normalidad". Los dolores se iban haciendo cada vez más habituales hasta que se percató de que también había perdido la fuerza en las manos: "Me sentía muy frustrada al no poder llevar mi día a día con normalidad, se me caían las bolsas de las manos y llegó un momento en el que no podía abrir los tetrabricks".

Tras dos meses decidió acudir al médico empujada por la conversación con un compañero de trabajo que había padecido la misma dolencia. El diagnóstico era claro y conciso: sufría el sindrome del túnel carpiano y había que operar la mano.

En los últimos años, numerosos expertos han apuntado como posible causa del STC las posturas antinaturales que adoptan las personas que trabajan con el ordenador durante horas, como Sánchez. El doctor Gómez señala que las actividades repetitivas que requieren fuerza o están sometidas a vibración tienen efectos negativos en las estructuras que atraviesan el túnel carpiano.

Para evitarlo, recomienda adoptar una posición neutra y la utilización de instrumentos acolchados que ayudan a lograr una postura natural desde el antebrazo hasta la mano. Del Piñal no cree, sin embargo, que las malas posturas ante el ordenador sean la causa del aumento de casos de STC, pero sí reconoce que la sobrecarga de los trabajos repetitivos pueden formar parte del origen. "Mientras utilizamos el ordenador, la muñeca está en extensión y se irrita el nervio mediano. Se pueden acentuar los síntomas que sufre el paciente pero no se puede asegurar que haya una relación casual", explica.

Causas y tratamiento

Desde un punto de vista fisiológico este síndrome puede deberse tanto a la disminución del diámetro del túnel debido al movimiento del ligamento que lo cierra, como al aumento en el volumen de las estructuras que lo atraviesan por la acumulación de líquidos después de una fractura, por la inflamación de la vaina que rodea a los tendones o por procesos degenerativos de las articulaciones de la muñeca.

Del Piñal explica que la intervención consiste en abrir el ligamento que cierra el canal carpiano para aumentar el espacio dentro de la cavidad: "Hay diversas formas de hacerlo, pero lo importante es liberar al nervio mediano en todo el recorrido". Para este cirujano, la manera más efectiva de hacerlo es con una incisión de 1,5 centímetros en la palma de la mano con anestesia local. Los resultados son inmediatos después de la operación.

"El posoperatorio es muy agradecido, desaparece el dolor y los hormigueos que despertaban al paciente. Yo les permito usar sus manos en actividades diarias y les informo de que les dolerá la cicatriz en un periodo de tres a seis semanas", explica.

Estas intervenciones suelen finalizar sin complicaciones, aunque Del Piñal advierte de los problemas serios que puede acarrear estar en manos inexpertas: "Lo peor es la lesión del nervio mediano, pero también puede persistir el dolor porque se hayan quedado bandas sin abrir".

Sánchez que fue operada hace tres meses reconoce encontrarse en perfecto estado de salud: "Me siento incluso mejor de ánimo porque descanso perfectamente por las noches". Para la mano izquierda, el médico le ha recomendado que duerma con una férula.

Algunos fisioterapeutas recomiendan la realización de ejercicios para evitar que se desarrolle la enfermedad, aunque sobre este punto existe cierta controversia entre los profesionales.

Del Piñal asegura que es prácticamente imposible detener el curso de la enfermedad, mientras que fisioterapeutas como la presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas, Antonia Gómez, aseguran que existen muchos estudios que demuestran que se puede paralizar si se toman medidas precisas e inmediatas.

Lo que sí parece poner de acuerdo a los expertos es el efecto positivo de realizar ejercicios y masajes sobre la zona mientras se llevan a cabo trabajos de larga duración con las manos.

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