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Científico del 'climagate', absuelto de la acusación de malas prácticas de investigación

La National Science Foundation estadounidense ha analizado el caso de los correos electrónicos pirateados y concluye que Michael Mann no cometió fraude alguno

Michael Mann, de la Universidad del Estado de Pensilvania (EEUU), uno de los científicos implicados en el climagate, no incurrió en malas prácticas de investigación, según concluye la prestigiosa National Science Foundation (NSF), tras estudiar el caso de los correos electrónicos pirateados que, según algunas acusaciones, ponían entredicho la integridad de varios climatólogos y de sus trabajos sobre el cambio climático. La Oficina del Inspector General de la NSF recibió el caso desde la Universidad de Pensilvania, que ya había exculpado a Mann, y decidió revisar el asunto.

El climagate estalló al hacerse público, en 2009, el contenido de correos electrónicos de científicos de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) con sus colegas. Aunque los expertos en clima señalaron que dichos correos no comprometían de ninguna manera las conclusiones y resultados de las investigaciones científicas, por inapropiados que fueran los comentarios que contenían, las críticas arreciaron. Los escépticos del cambio climático provocado por las actividades humanas acusaron a los investigadores de falsificación y destrucción de documentos, de abuso de información privilegiada y de malas prácticas científicas por parte de Mann y de otros expertos en clima, recuerda Physics World, del Instituto de Física (EE UU).

La NSF ha manejado el asunto a través de la Oficina del Inspector General (un departamento independiente que tienen todas las agencias federales de EEUU) y, tras estudiar de nuevo el asunto de los correos electrónicos robados y de entrevistarse con Mann, concluye que no hay "prueba directa alguna de malas prácticas científicas, tal y como se define en la Regulación de Malas Prácticas de la NSF" y, por tanto, se cierra definitivamente el caso.

"Creo que esta es la séptima investigación que ha confirmado que no hay prueba alguna de actuación indebida por mi parte o por ninguno de mis colegas científicos del clima", ha comentado Mann a Physics World. Con esta resolución debería terminar el asunto de una vez por todas, señala, "pero lamentablemente, muchos de nuestros detractores sencillamente concluirán que la supuesta conspiración es más profunda y más amplia". Efectivamente, el conservador American Tradition Institute ya ha declarado que la investigación de la NSF se ciñe a un aspecto restringido de la cuestión, la ciencia, insistiendo en que es necesario comprender también "los potenciales sesgos del trabajo científico".

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