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Nueva búsqueda fallida de Ruth y José tras 55 días

La policía inspeccionó las alcantarillas cercanas a la parcela familiar de Bretón

Tras 55 días sin noticias de Ruth y José Bretón Ortiz, la policía rastreó ayer pozos y alcantarillas en busca de pistas que ayuden a encontrar a los dos hermanos, de seis y dos años, desaparecidos en Córdoba. La búsqueda se centró en el polígono industrial junto a la finca de la urbanización de Las Quemadillas propiedad de la familia del padre de los menores. José Bretón, que es el principal sospechoso para los investigadores en este caso de desaparición. Bretón permanece en prisión preventiva desde el 21 de octubre, acusado de los delitos de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y simulación de delito. La inspección de aliviaderos, desagües, colectores y alcantarillas terminó sin resultados. El paradero de los dos pequeños continúa siendo una incógnita.

Hacia las diez de la mañana, bajo la lluvia, los agentes de la unidad de subsuelo de la policía llegaron a las puertas de la Granja del Estado, una finca pública a las afueras de Córdoba. Circularon por un camino exterior, paralelo a la valla y se detuvieron junto a una boca de aliviadero. Allí les esperaba una pareja de técnicos de la Empresa Municipal de Aguas (Emacsa). Trabajadores y agentes inspeccionaron la zona, que no escogieron por casualidad. Ese aliviadero comunica directamente con un colector que pasa bajo el zoológico de la ciudad, junto al parque Cruz Conde, donde Bretón afirma que perdió a sus dos hijos la tarde del 8 de octubre. La policía, basándose en diversos vídeos captados por cámaras de vigilancia y las reconstrucciones que han realizado, sospecha que los críos jamás pisaron el parque. Ni las horas ni las imágenes ni los testigos corroborarían la versión de Bretón.

Más de una veintena de agentes participaron en la inspección de ayer

Después de la Granja del Estado, la búsqueda bajo tierra continuó en el radio de entre 500 y 1.000 metros que rodea la parcela de los Bretón en Las Quemadilla, y que ha centrado la atención de los agentes de la Unidad central de Violencia Especializada y Violenta (Udev), encargada de la investigación policial. Desde el primer momento, las diligencias han pivotado en torno a esa casa, donde José Bretón asegura que se detuvo a quemar recuerdos personales de su mujer -de la que se estaba separando-, antes de llevar a sus hijos al parque. La vivienda y la finca se han registrado seis veces con perros y equipos de georradar sin hallar el menor rastro.

El principal desagüe cercano a la casa de Las Quemadillas fue inspeccionado por los agentes. El dispositivo lo formaba una veintena de agentes, acompañados de trabajadores de Emacsa. Levantaron todas las bocas de alcantarilla y aliviaderos en dirección a la casa familiar de José Bretón. Se usaron pértigas con cámaras para ver el interior y los agentes bajaron para inspeccionar personalmente la zona. La prospección terminó a las 18.12, en el vecino polígono de El Granadal. Los agentes no encontraron ni a Ruth ni a José ni pistas de su paradero.

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