_
_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

No esperen a que sea demasiado tarde para el clima

Cuando se confirmen las previsiones de Isaac Held sobre las variaciones de las precipitaciones será demasiado tarde para dar marcha atrás al reloj del cambio climático.

El jurado del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimento en la categoría de Cambio Climático ha realizado una elección excelente. El ganador de este año, Isaac Held, es un físico atmosférico, reconocido internacionalmente, del prestigioso Laboratorio Geofísico de Dinámica de Fluidos. Su ámbito específico es el modelado de la circulación atmosférica global, con especial énfasis en el transporte del vapor de agua y los patrones de precipitación en distintas regiones climáticas del mundo. La elección ha puesto de manifiesto un aspecto importante del calentamiento global que a menudo se pasa por alto, pero que resulta aún más fundamental que el aumento de la temperatura media global: los cambios regionales en la distribución de las precipitaciones y en la disponibilidad de agua.

Held ha demostrado que las regiones tropicales irán recibiendo, en general, más precipitaciones, mientras que las subtropicales se irán volviendo más secas, lo que ampliará las actuales diferencias regionales. Esta predicción resulta particularmente relevante para España que, según Held, y si no disminuyen las emisiones de CO2, podría ver reducidas sus precipitaciones de un 20% a un 30% para finales del presente siglo ante el aumento de la temperatura media global en 3º C. Dada la tasa actual de aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y la lentitud de los pasos para alcanzar un acuerdo internacional de reducción de emisiones, este fenómeno bien podría ocurrir, en realidad, dentro de un periodo de tiempo considerablemente más corto.

Es más fácil confirmar a través de observaciones el impacto de la actividad humana en el clima a escala global –relevante para la temperatura media global- que hacerlo en la escala regional como hace Held en su investigación. Ello se debe a que, a escala regional, las variaciones naturales del clima durante periodos que van desde unos años a décadas pueden enmascarar fácilmente el cambio generado por la actividad humana, mientras que las variaciones naturales se promedian en buena parte al calcular la temperatura media global. En consecuencia, mientras que hoy está asentado con claridad el hecho de que las emisiones de efecto invernadero del hombre han contribuido notablemente al actual calentamiento global de 0,8ºC, la señal antropogénica apenas está comenzando a surgir sobre el “ruido” de la variabilidad natural a escala regional.

Y, aunque las observaciones en todo el mundo comienzan a confirmar las importantes predicciones de Held y sus colegas, no sería sensato esperar a esa confirmación estadística final, porque para cuando la señal antropogénica supere claramente el ruido de la variabilidad natural, quizás el calentamiento global haya alcanzado ya un nivel de 1.5ºC. Entonces será demasiado tarde para dar marcha atrás al reloj.

Se perdieron 20 años en debates estériles sobre la fiabilidad de las predicciones climáticas.

Tomemos como ejemplo el aumento de la temperatura media global. A mediados de los setenta se utilizaron algunos modelos y se logró computar con una fiabilidad del 50%. No fue hasta los primeros noventa cuando la señal antropogénica pudo ser identificada nítidamente sobre el ruido de la variabilidad natural. Fue entonces cuando la sociedad finalmente aceptó la realidad del calentamiento global. Se perdieron veinte años en debates estériles sobre la fiabilidad de las predicciones climáticas.

Los minuciosos análisis de Held han sido respaldados por los cálculos detallados de la dinámica y el transporte de vapor de agua de la circulación atmosférica global (usando modelos climáticos destacados a nivel mundial), y ratificados por análisis similares realizados en otros laboratorios. Deben tomarse en serio. ¡Confiemos en que estimularán un compromiso español más fuerte con las energías renovables, de las cuales España dispone de un suministro abundante en forma de energía solar!

Klaus Hasselmann, del Instituto Max Planck de Meteorología (Alemania), es Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático 2009

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_