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"La casilla del IRPF para la ciencia es una idea desesperada"

El físico ha reunido ya más de 258.000 firmas en su 'campaña' del IRPF a través de Actuable

Hernández investiga la eficiencia energética de las neuronas.
Hernández investiga la eficiencia energética de las neuronas.IONE SAIZAR

Francisco Javier Hernández, soriano de 25 años y vallisoletano de adopción, enseña con orgullo el Trinity College de Cambridge antes de ir a comer a uno de sus pubs favoritos, el Anchor. “Se come bien y barato”, asegura. El precio es importante para él, un licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid que está cursando el doctorado en el Trinity. El dinero no sobra.

Pero a Fran, como le llaman, el dinero que de verdad le preocupa es el de la ciencia. Por eso se ha hecho famoso. Porque hace unos días se le ocurrió lanzar a través de su blog, Resistencia Numantina, una recogida de firmas para conseguir que los contribuyentes puedan destinar a investigación científica una parte de sus impuestos.

Quiere que la ciencia tenga una casilla en el IRPF como la que tiene la Iglesia, aunque aclara de inmediato que no es una propuesta anticlerical, sino una forma de denunciar el colapso financiero que sufre la ciencia en España, agravado con tres años consecutivos de recorte en los presupuestos generales del Estado. Y los que vendrán.

Se le ocurrió al darse cuenta de que mientras la ciencia perderá 600 millones este año, la Iglesia sale incólume del ajuste y quizá ganando debido a la subida del IRPF. “Y pensé que igual lo que necesitamos es una casilla”, explica mientras picotea patatas y beicon embadurnados en salsa barbacoa. Lanzó su reflexión en Twitter y tuvo tal eco que decidió lanzar la idea de la casilla. Ya supera las 258.000 firmas de apoyo en Actuable.es.

La solución es que el Estado asuma que la ciencia es importante

“Pero la ciencia necesita mucho más”, tiene empeño en aclarar. “Necesita una financiación estable y suficiente que por suerte o por desgracia solo puede venir del Estado. Estamos en un país en el que hemos invertido muy poco en ciencia. Ahora mismo se destina algo así como el 1,36% del PIB mientras la media europea está por encima del 2%. Somos los sextos por la cola en la UE”, denuncia.

“La casilla no es la solución. No es jauja. Es una propuesta desesperada para tiempos desesperados”, insiste. “La solución es que el Estado asuma que la ciencia es importante. Al fin y al cabo la ciencia no es un gasto, es una inversión”. “En España hemos preparado científicos muy buenos que se han tenido que ir a otros países y al final esos países nos venderán sus invenciones. Terminamos pagando el doble”, se lamenta.

Fran Hernández, que en su doctorado está investigando la eficiencia energética de las neuronas, está enamorado de la ciencia. Un amor ciego que por momentos parece que le lleva a defender su infalibilidad. Pero admite a regañadientes que si biólogos posteriores corrigieron a Dar-win, como Einstein corrigió a Newton, es porque estaban equivocados en algo. “Pero tanto Newton como Darwin pusieron el dedo en un mecanismo nuevo, una nueva forma de ver las cosas que pasaban. Era incorrecto, sí, pero era más correcto que todo lo anterior”, matiza. Y concluye: “El método científico contempla hipótesis que se prueban con experimentos. Si el experimento no prueba la teoría, lo que se cambia es la teoría, no el experimento. Al final el método científico, con todos sus problemas, es bueno para acercarnos a la realidad, para entender el mundo. Hasta ahora es el mejor método.

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