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Las clínicas abortistas consideran la medida un "paso atrás"

Creen que la exigencia de que las menores cuenten con el consentimiento paterno para abortar afectaría solo a una minoría, especialmente a las más vulnerables

La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai) considera un "paso atrás" la decisión del Gobierno de reformar la ley del aborto inspirándose en la "defensa del derecho a la vida" según la doctrina del Tribunal Constitucional de 1985. En opinión de Acai, "volver a la ley de supuestos de 1985, o a una ley aún más restrictiva, es volver a tutelar el derecho de la mujer a decidir sobre su gestación, lo que supone un claro retroceso en relación a los derechos básicos de las mujeres".

Un paso atrás, a juicio de Acai, que "expone a las mujeres a un mayor número de abortos inseguros y clandestinos, arriesgando con ello su salud y su propia vida, ya que la mujer que desea abortar lo va a hacer en cualquier circunstancia, con cobertura legal o sin ella".

Acai estima que la exigencia del consentimiento paterno en los casos de menores de edad que quieran abortar sería una medida cosmética, pues afectaría a un número mínimo de mujeres. Según un estudio reciente realizado por la asociación, de 36.718 mujeres entrevistadas en todo el territorio nacional, el 87% habían acudido a abortar con sus padres y solo 151 (0,41%) lo habían hecho sin notificárselo a sus progenitores o tutores, aduciendo que hacerlo les habría supuesto un serio conflicto por encontrarse en un estado "de muy alta vulnerabilidad", ya que la mayoría no tenían padres, estaban en prisión o eran drogodependientes.

"Cuando quieres prohibir el aborto, lo único que consigues es ocultarlo, y se oculta viajando a países donde se pueda abortar, en el caso de los más ricos, o pasando a la clandestinidad, lo que produce una alta mortalidad entre las mujeres", ha dicho a Efe el presidente de Acai, Santiago Barambio.

Las federaciones de Mujeres Progresistas y de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas (FMP y Famsp, respectivamente) también han criticado la medida anunciada por Gallardón porque consideran que "supondrá un aumento del turismo abortivo y de la clandestinidad".

En declaraciones a Servimedia, la presidenta de Famsd, Ana María Pérez del Campo, ha vaticinado que "volverán los vuelos a Londres, a Portugal y a Francia, como antaño, o peor aún, las mujeres recurrirán a la clandestinidad nacional, que tantas vidas ha costado". Por su parte, la presidenta de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha lamentado que "se insista en considerar que las mujeres jóvenes no tienen capacidad para tomar una decisión tan importante como es la maternidad". "Pueden decidir si se someten a operaciones que pondrán en riesgo su vida, pero no sobre su cuerpo ni sobre su maternidad", ha subrayado.

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