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Nuevos datos de la frontera del Sistema Solar

El observatorio en órbita ‘Ibex’ mide una proporción diferente de átomos en el medio interestelar y en interior del sistema planetario

La sonda espacial Ibex, en órbita terrestre, ha tomado los datos más completos hasta ahora del espacio interestelar, más allá del límite del Sistema Solar, y ha observado que la proporción de átomos (oxígeno y neón) es diferente a un lado y otro de esa región fronteriza. El pequeño observatorio de la NASA se ha centrado en la distribución de átomos de hidrógeno, oxígeno, neón y helio, integrantes del llamado viento interestelar de la galaxia. Los científicos han constatado que hay 74 átomos de oxígeno por cada 20 de neón en dicho viento interestelar, mientras que son 111 átomos de oxígeno por cada 20 de neón en el Sistema Solar, según exponen en la revista Astrophysics Journal.

“Nuestro Sistema solar es diferente del espacio que hay inmediatamente fuera, lo que sugiere dos posibilidades”, comenta David McComas, investigador principal del Ibex, en un comunicado de la NASA. “O el Sistema Solar evolucionó en un parte de la galaxia más rica en oxígeno que en la que reside ahora, o una gran cantidad de oxígeno permanece atrapado en granos de polvo o hielo interestelar y no puede desplazarse libremente por el espacio”.

La Tierra rodeada de las líneas de campo magnético (blancas) y por plasma (en diferentes densidades) captado por el satélite Ibex.
La Tierra rodeada de las líneas de campo magnético (blancas) y por plasma (en diferentes densidades) captado por el satélite Ibex. SOUTHWEST RESEARCH INSTITUTE/IBEX SCIENCE TEAM

Los científicos quieren conocer la composición de la región fronteriza que separa la zona más próxima de la galaxia (el medio interestelar local) de la heliosfera, que actúa como una burbuja de protección del Sistema Solar frente a la mayor parte de la peligrosa radiación galáctica.

En el Big Bang se formó hidrógeno, helio y poco más, y el resto de los elementos se fueron originando después en el interior de las estrellas y se dispersaron en las explosiones de supernovas. Por ello, conocer la cantidad de unos y otros elementos en el espacio interestelar ayuda a los investigadores a conocer la evolución de la galaxia a lo largo del tiempo, señalan los expertos de la NASA.

Al medir la velocidad del viento interestelar con el Ibex, los investigadores han constatado que es más lento de lo que antes se había determinado con otra nave espacial, la Ulyses, de observación solar. Con este dato se conoce la presión que el viento interestelar ejerce sobre la heliosfera.

“La medida de la presión de la materia galáctica sobre nuestra heliosfera y los campos magnéticos nos ayudará a determinar el tamaño y la forma de nuestro Sistema Solar viajando por la Vía Láctea”, señala Eric Christian, científico de la misión.

El Ibex fue puesto en órbita en 2008 para investigar las interacciones entre el viento solar y el medio interestelar en el borde del Sistema Solar. Se trata de una de las misiones de bajo coste del Programa de Pequeños Exploradores de la NASA.

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