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La muerte de una activista australiana aviva el debate sobre el parto en casa

Caroline Lowel, defensora del alumbramiento en el domicilio, falleció al dar a luz a su segunda hija La OMS aconseja contar con personal especializado para reducir riesgos

La muerte de una activista australiana defensora del parto en casa mientras trataba de dar a luz en su domicilio ha reactivado el debate sobre la seguridad de esta práctica. Caroline Lowell, de 36 años, falleció el pasado 23 de enero por complicaciones durante el alumbramiento de su segunda hija, Zhara, que derivaron en un fallo cardiaco. Al surgir problemas, la mujer fue trasladada a un hospital, pero los médicos no pudieron hacer nada por su vida, aunque sí pudieron salvar al bebé.

Lowell, que vivía en Melbourne (Australia), fue una de las mujeres que en 2009 firmaron una petición a las autoridades de su país para que el sistema de salud facilite a las madres que lo deseen la posibilidad de dar a luz en casa con ayuda de matronas y personal de asistencia.

Ante la polémica generada por la muerte de Lowell, la asociación Homebirth Australia, defensora del alumbramiento en casa, ha emitido un comunicado en el que explica que los riesgos de esta práctica son mínimos. En una nota publicada en su página web, la portavoz de la institución, Michelle Meares, lamenta la muerte de la activista, pero subraya que es la primera registrada en Australia desde 1999. Según Meares, el número de madres que fallecen durante el parto en Australia es una de las más bajas del mundo, con una tasa de 8,4 de cada 100.000. Además, menciona que de las 65 que murieron durante un parto entre 2003 y 2005, ninguna de ellas lo hizo en casa.

Según las cifras de Homebirth Australia, en 2009 se planearon 863 partos en casa, lo que representa el 0,3% de los nacimientos de ese año. Las mujeres que eligen este procedimiento, según esta organización, tienen una media de 31,7 años y el 58% son de ciudades grandes.

La Organización Mundial de la Salud considera que los partos en casa son menos arriesgados si se cuenta con atención especializada de comadronas con conocimientos necesarios para reanimar a bebés que lo necesiten y para tratar o derivar las complicaciones impredecibles.

En España, Mayte Gómez, secretaria de la Asociación Nacer en Casa, dice que la muerte materna en esta clase de partos es mínima frente a los fallecimientos en hospitales. Gómez subraya que en España se han registrado aproximadamente 2.500 partos en casa durante 20 años y ninguno de ellos tuvo complicaciones. También refiere que, según estadísticas mundiales, el riesgo de la muerte de una mujer en un alumbramiento en el domicilio es del 0,001%.

En cambio, Álvaro Martínez Acera, de la Unidad de la Mujer del hospital Ruber Internacional de Madrid, asegura que el parto en casa significa un riesgo para el bebé y la madre. Los problemas, aclara, pueden no ser previsibles y normalmente necesitan acción inmediata. Menciona como ejemplo el desprendimiento de placenta o cuando existe sufrimiento fetal.

Martínez dice que normalmente los partos en casa son seleccionados y se verifica que las madres ya hayan tenido hijos antes, que no muestren riesgos previos y los bebés no sean demasiado grandes. Sin embargo, recalca que siempre se debe pensar en las emergencias y, para prevenirlas, se debe contar con las herramientas con que cuenta un hospital y la atención de un anestesiólogo y un ginecólogo. En países como Holanda, Bélgica y Suecia, agrega, incluso se dispone de ambulancias para que estén alertas a complicaciones.

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