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El mayor grupo de EE UU en la lucha contra el cáncer amaga con retirarse

Su decisión estaba relacionada con una polémica sobre la financiación de abortos con fondos públicos

La mayor organización de lucha contra el cáncer de mama en Estados Unidos rectificó este viernes una decisión de dejar de financiar pruebas médicas para miles de mujeres sin recursos. La ONG Susan G. Komen for the Cure, comunicó el pasado martes que dejaría de entregar donaciones a la institución Planned Parenthood, incluidos aquellos que proporcionan pruebas para detección del cáncer.

Después de tres días, un revuelo político que ha amenazado con arruinar el legado de una de las organizaciones de mayor éxito en el país, críticas de grupos feministas, campañas en las redes sociales y una intensa crisis de relaciones públicas, la presión les ha obligado a rectificar.

"Nuestro deseo original era cumplir con nuestra obligación fiscal con los donantes y no financiar organizaciones bajo investigación federal. Cambiaremos esos criterios para aclarar que dichas investigaciones deben ser concluyentes, no políticas. Eso es lo correcto y justo", dijo la entidad en un comunicado. "Pedimos disculpas a los estadounidenses por decisiones recientes que han podido suscitar dudas sobre nuestro compromiso para salvar las vidas de muchas mujeres".

Komen entrega cada año más de 800.000 dólares (600.000 euros) en donaciones para financiar diferentes programas de Planned Parenthood, una organización independiente que proporciona atención médica a cientos de miles de mujeres norteamericanas. Para muchas de ellas, esta ONG representa el único acceso a servicios de planificación familiar, educación sexual, abortos, mamografías y otras pruebas para la detección del cáncer.

Desde 1970, Planned Parenthood recibe además fondos federales y, aunque la ley prohíbe que se destine dinero público a la financiación de abortos, la entidad ha sido el centro de los ataques del sector más conservador del Partido Republicano y del Tea Party, que intentan retirar hasta el último céntimo de los contribuyentes. La ONG sí recurre a fondos privados para financiar pruebas que detectan enfermedades de transmisión sexual, cáncer de útero, mamografías y el 25% de los abortos que se practican cada año en EE UU.

El Partido Republicano no ha conseguido aún retirar las contribuciones públicas a la organización, pero uno de sus legisladores, el congresista de Florida Cliff Stearns, abrió en septiembre una investigación sobre la financiación de Planned Parenthood para determinar si de verdad subvencionan interrupciones de embarazos con dinero público. Según la dirección de Komen, las reglas de la institución le impiden entregar ningún tipo de donación a instituciones que estén bajo investigación del Gobierno.

El efecto dominó, impulsado por la polémica en torno al aborto, habría acabado de manera inmediata con los programas de prevención del cáncer proporcionados por Planned Parenthood.

El anuncio de Komen, responsable de popularizar el lazo rosa en solidaridad con las pacientes de cáncer de mama, ha llevado a numerosos políticos norteamericanos a pronunciarse al respecto. Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, afirmó que desconocía si determinadas posturas políticas habían influido en la decisión, pero consideraba que iba a "perjudicar" a la salud de las mujeres. Otros 26 Senadores demócratas enviaron una carta a la ONG pidiendo que reconsideraran la retirada de fondos: "Sería una tragedia si una sola mujer perdiera su acceso a unas pruebas que le pueden salvar la vida por un ataque motivado políticamente". 

El alcalde de Nueva York Michael Bloomberg donó 250.000 dólares a la institución con el objetivo de que ninguno de los programas tuviera que ser interrumpido por falta de fondos. "Cientos de miles de mujeres confían en Planned Parenthood para acceder a cuidados médicos. Deberíamos estar ayudando a las mujeres a que tengan esa atención, no poner barreras en su camino", declaró Bloomberg. Gracias a contribuciones como la suya, la ONG recaudó 650.000 dólares en apenas 48 horas.

La fundadora de la ONG y su presidenta, Nancy Brinker, ha pasado los tres últimos días intentando apaciguar las críticas. En varias intervenciones en televisión defendió que no rectificarían porque nunca tuvieron la intención de enfrentarse a Planned Parenthood y que todas las críticas estaban "distrayendo" al grupo de su verdadera misión.

"Algunas de las donaciones que estábamos entregando a Planned Parenthood no cumplen con los nuevos criterios que hemos establecido para determinar la efectividad y resultados reales entre los pacientes", dijo Brinker durante su intervención en un programa de la cadena MSNBC. Ahora esos criterios han sido revisados y miles de mujeres que miraban hacia Komen como referencia pueden volver a confiar. La organización ha financiado 170.000 mamografías durante los últimos cinco años, salvando la vida de muchas mujeres que, en un país donde 45 millones de ciudadanos no tienen cobertura médica, carecen de recursos para financiarse esas pruebas.

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