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CIENCIA

Descubierto el funcionamiento de un anticuerpo contra el virus VRS

El patógeno provoca una infección de las vías respiratorias que puede ser grave sobre todo en niños y ancianos

A la izquierda, fotografía de la partícula del virus tomada al microscopio electrónico. A la derecha, un esquema del virus donde se indica la localización de la proteína F.
A la izquierda, fotografía de la partícula del virus tomada al microscopio electrónico. A la derecha, un esquema del virus donde se indica la localización de la proteína F.

El virus respiratorio sincitial (VRS) infecta cada año en el mundo a 34 millones de niños de menos de cinco años. Provoca infecciones graves (sobre todo bronquiolitis y neumonías) en menores de un año, pero puede atacar repetidamente a la población de cualquier edad, aunque de forma más leve. También puede ser grave en ancianos y, sobre todo, en casos de inmunodepresión, como en las personas que sufren un trasplante de médula, explican unos investigadores españoles que han logrado dar un paso adelante en la comprensión de cómo actúa el virus al infectar una célula, lo que abre la posibilidad, señalan, de desarrollar una vacuna efectiva.

Los investigadores, del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y del Ciber de Enfermedades Respiratorias, liderados porConcepción Palomo y José Antonio Melero, habían descrito ya hace siete años un nuevo tipo de anticuerpos contra el VRS y ahora han logrado descifrar cómo funciona.

La clave está en la proteína F, que se encuentra en el virus en una situación de reposo inestable. “Podemos compararla con una catapulta antes de ser disparada. Cuando el virus entra en contacto con la célula que va a infectar, la proteína F se dispara, como si cortásemos la cuerda de la catapulta, se pega a la membrana de la célula y fusiona las membranas del virus y de la célula, es decir, que la proteína hace agujeros que conectan el interior del virus (donde esta su material genético) con el interior de la célula, al que debe llegar para multiplicarse y producir más virus”, explican los investigadores en un comunicado del ISCIII. Se conoce un anticuerpo que se comercializa como tratamiento contra el VRS al inhibir la acción de la proteína F, o de fusión, aunque no se conoce con toda seguridad y detalle cómo actúa, advierten los expertos. Pero es un tratamiento de limitada eficacia y alto coste. “Ese anticuerpo previene la activación de la proteína F (incluso si se corta la cuerda de la catapulta) y así la infección queda abortada”. Los anticuerpos conocidos son capaces de unirse a la proteína en cuestión tanto antes como después de su activación.

El avance permite pensar en desarrollar nuevos anticuerpos eficaces con los que combatir la infección.

Magro y sus colegas descubrieron en 2005 unos anticuerpos inhibidores del VRS aparentemente distintos de los conocidos hasta entonces. Ahora, mediante técnicas de ingeniería genética, han obtenido una proteína F que no se puede activar “aunque la cuerda de la catapulta se corte”, explican, lo que ha sido una herramienta esencial para demostrar que los anticuerpos de 2005 sólo se unen a la proteína F no activada, antes de que se dispare el proceso de fusión del virus con la célula. Además, esos anticuerpos son aparentemente más vigorosos, más efectivos, que los similares al tratamiento actual contra el VRS, por lo que cabe pensar en desarrollar nuevos anticuerpos eficaces con los que combatir la infección. La investigación se publica en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) y se ha patentado la tecnología desarrollada ya que puede utilizarse para otros virus.

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