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AULA LIBRE
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Los verdaderos problemas de la secundaria

El autor plantea sus dudas sobre la reforma de la ESO y el bachillerato propuesta por el Gobierno

Al señalar los problemas de nuestro sistema educativo, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro de Educación dijo: “Tenemos un bachillerato excesivamente corto de duración y de contenidos en relación a los bachilleratos de los países de nuestro entorno. Y una Formación Profesional de grado medio poco atractiva para los alumnos y las familias”.

Y la gran solución que se nos propone es recortar un año la ESO y que ese año se convierta en 1º de bachillerato y 1º de FP de grado medio. Si con esa medida se pretende aumentar la duración del bachillerato y de la formación profesional e incrementar sus contenidos específicos para cada una de las dos opciones, cabría hacerse algunas preguntas para contribuir al debate al que nos ha invitado el ministro.

¿Qué contenidos nuevos se van a introducir en ese 1º curso de bachillerato que actualmente no están en 4º de la ESO? Y si hablamos del 1º curso de FP, habría que preguntarse si los alumnos que van a acceder a un ciclo de FP de grado medio necesitan unas competencias básicas distintas que las que actualmente están recogidas en 4º de la ESO. Si en ambos casos la respuesta es positiva habría que preguntar: ¿qué contenidos se van a suprimir del actual 4º de la ESO para poder introducir los nuevos?

¿Qué contenidos se van a suprimir del actual 4º de la ESO para poder introducir los nuevos?

Por otra parte, en muchas comunidades autónomas hay institutos y centros privados concertados que solo tienen la ESO y al finalizar la educación obligatoria los alumnos se desplazan a otro centro a cursar bachillerato o FP. ¿Qué va a pasar con esos centros? ¿se les va a quitar el 4º curso y los alumnos tendrán que ir a cursar el último año de la educación obligatoria a otro centro y, en la mayoría de los casos, a otro municipio?

 Además, ¿alguien nos puede explicar el sentido de una educación obligatoria hasta los 16 años en la que los alumnos finalizan a los 15 años una etapa educativa y luego tienen que hacer obligatoriamente un 1º curso de una etapa postobligatoria?, ¿para qué les va a servir ese curso a los que no sigan estudiando?, ¿de verdad alguien cree que un cambio de estas características va a mejorar el bachillerato y hacer la formación profesional de grado medio más atractiva?

Cuando el ministro conteste a estas preguntas podremos empezar a saber de qué estamos hablando, porque hasta ahora solo se comentan titulares sin ningún contenido.

Uno de los problemas del actual bachillerato es la concentración excesiva de materias

Uno de los problemas del actual bachillerato es la concentración excesiva de materias en cada uno de los dos cursos, teniendo en cuenta además que el 2º año está muy condicionado por la prueba de acceso a la universidad que tienen que realizar los alumnos al finalizarlo. Esta situación lleva a muchos profesores de bachillerato a explicitar que no pueden preparar bien a los alumnos que quieren continuar estudios universitarios. Por lo comentado anteriormente, el cambio del actual 4º de la ESO por un 1º de bachillerato que al final tendría prácticamente las mismas materias y contenidos que los actuales de 4º no resolvería los problemas actuales.

Si se considera que los alumnos que van a acceder a la universidad llegan con una preparación insuficiente en algunas materias habría que añadir un curso al final del actual bachillerato. Es decir, al finalizar el actual bachillerato se obtendría el título de bachiller que permite el acceso a la formación profesional de grado superior y al mercado laboral en aquellos empleos en los que se demanda este nivel de titulación. Aquellos alumnos que opten por continuar estudios universitarios realizarían un curso complementario con un número reducido de materias (cuatro o cinco) dirigidas hacia las cinco ramas de conocimiento en las que están organizadas los estudios universitarios.

Esta propuesta no supondría ninguna modificación de la actual estructura del sistema educativo, evitaría todos los problemas comentados anteriormente respecto al 4º de la ESO, profesorado, centros, etcétera, el 2º curso de bachillerato ya no estaría condicionado por la preparación de la Prueba de Acceso a la Universidad, lo que permitiría una mejor organización del mismo y los alumnos dispondrían de un año que facilitara su incorporación a los estudios universitarios centrándose en aquellas materias básicas en las distintas ramas del conocimiento.

En cualquier caso, considero que en un momento de recortes generalizados en educación, en un momento en el que se está reduciendo el número de profesores y, por tanto, la atención al alumnado, me parece una barbaridad abordar un cambio de estas características.

En un momento de recortes, me parece una barbaridad abordar un cambio de estas características

Los últimos cambios introducidos en la Ley de Economía Sostenible ya han flexibilizado la ESO y se ha reforzado el carácter orientador del 4º curso en el que se ofrecen diferentes vías formativas acordes con los intereses y motivaciones del alumnado. Por ese motivo el 4º de la ESO ya es un curso de iniciación tanto de las diferentes modalidades de bachillerato como de formación profesional en función de las materias que se elijan.

Cambiar la estructura del sistema educativo supondría:

-Una nueva Ley de Educación que generará más inestabilidad al sistema educativo. Desconcierto para el profesorado, el alumnado y sus familias.

- Si la educación obligatoria finaliza a los 16 años, no tiene ningún sentido iniciar a los 15 años un bachillerato de 3 años, en el que solo el primer año sería obligatorio. Supondría en la práctica reducir en un año la formación para toda la población, justo en la dirección contraria de lo que necesitamos.

- Se recortaría un curso a todos los centros que hay en España de 12 a 16 años (fundamentalmente en las zonas rurales) lo que provocaría cambios en las plantillas de profesores de los centros y traslado de los alumnos a otros centros más alejados provocando problemas en el transporte escolar, en el comedor, etcétera.

- Se suprimirían las unidades concertadas correspondientes al 4º curso de la ESO que tienen todos los centros concertados que escolarizan a alumnos de 3 a 16 años, lo que provocaría despidos de profesores de esos centros concertados.

La educación no necesita zarandeos legislativos, lo que necesita es consenso

Si los argumentos para lanzar una propuesta como la que ha hecho el ministro se basan en los datos de abandono escolar prematuro, le recordaré que la evolución más positiva tanto en el conjunto de España como en todas las comunidades se ha producido desde el curso 2006-07 hasta la actualidad. En el conjunto de España se han mejorado las tasas de éxito escolar casi un 5% y todas las autonomías han mejorado en ese periodo. Y eso ha sido debido fundamentalmente a la aplicación de la memoria económica de la LOE que ha supuesto una inversión adicional de más de 7.000 millones de euros a través de los programas de cooperación territorial que han desarrollado conjuntamente el Ministerio de Educación y las comunidades. Programas que han permitido mejorar las tasas de éxito escolar y reducir el abandono prematuro.

Hay autonomías que tienen mejores resultados que la mayoría de los países europeos y hay otras que se encuentran a una distancia importante y todas tienen las mismas leyes educativas, la misma estructura del sistema educativo. Hay mucha mayor distancia en resultados entre la Comunidad Valenciana y Asturias, País Vasco o Cantabria que entre España y Finlandia que, por cierto, tiene una estructura de sistema educativo casi idéntica a la española.

La educación no necesita zarandeos legislativos, lo que necesita es consenso, diálogo y estabilidad en su marco legal. Eso es lo que necesita la educación: recursos, profesores motivados, valorados socialmente, y centros bien gestionados. Para eso no hace falta cambiar las leyes, para eso hace falta hacer las cosas bien y disponer del presupuesto necesario para ello.

Miguel Soler es el ex director general de FP del Ministerio de Educación con el Gobierno del PSOE

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