_
_
_
_
_

Un tratamiento intermitente previene la malaria infantil

El ensayo, realizado fuera de África, es clave para que a OMS recomiende la estrategia

La malaria es, junto con las neumonías y diarreas, una de las peores enfermedades infantiles en muchos países subtropicales. Los últimos cálculos indican que causa más de 500.000 muertes anuales en menores de cinco años. Pero –todavía- no tiene vacuna. Por eso un tratamiento preventivo es, junto a medidas como erradicar los mosquitos que la transmiten, la mejor manera de controlar la infección.

La última aproximación en este sentido consiste en dar medicación de manera intermitente a los niños. Este sistema ya se ha probado en África, pero un nuevo ensayo que publica PLOS demuestra que funciona también en otras zonas donde hay población endémica de los microrganismos que causan la enfermedad, el Plasmodium falciparum y el vivax.

El trabajo lo ha dirigido Ivo Muelles, investigador del Cresib (sigla en catalán del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona) en Papúa Nueva Guinea. Y el resultado es que el tratamiento intermitente con sulfadoxina-pirimetamina reduce la malaria un 30%, y la anemia hasta en un 21%.

Más información
El parásito de la malaria está adaptado genéticamente para sobrevivir
La vacuna experimental contra la malaria protege a los menores de un año
Noticias sobre malaria

La utilidad del ensayo va más allá de algo que puede parecer lógico: si funcionaba en África debe hacerlo en otras regiones. Porque la Organización Mundial de la Salud exige que un nuevo abordaje de una enfermedad demuestre su eficacia en varios lugares para ser considerado un tratamiento de referencia. Con ello se abre la puerta a su inclusión en programas internacionales.

Este sistema tiene la ventaja de que es relativamente barato, y que, además, se utilizan los momentos en que los niños van a un centro sanitario –habitualmente para vacunarse- para darles la medicación durante un periodo, y se aprovecha que el efecto les dura.

Pero, además, como tiene periodos de descanso, se facilita otro proceso: que en la medida de lo posible los niños adquieren inmunidad natural contra la enfermedad, lo que va a ser su mejor protección mientras los ensayos con una vacuna progresan.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_