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Medio Ambiente veta la refinería extremeña que afectaría a Doñana

El departamento de Cañete considera que el oleoducto junto al parque es inviable El Gobierno pone fin a un polémico proyecto cuya tramitación comenzó en 2005

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la Refinería Balboa, en Santos de Maimona, Badajoz, será negativa. Con el veto se acaba una larguísima tramitación, que comenzó en 2005, y que el Gobierno anterior fue demorando para no dañar al Ejecutivo socialista que gobernaba Extremadura. Portugal y la Junta de Andalucía se oponían al proyecto, que incluía la construcción de un oleoducto desde Huelva —donde debían descargar los petroleros— y que podría afectar a Doñana.

La obra, con una inversión anunciada de unos 2.000 millones de euros, contaba con el apoyo del PSOE en Extremadura, pero la llegada del PP, con el apoyo de IU, dejó muy tocado el proyecto. A eso se sumó la restricción del crédito (difícil imaginar a Bankia o a Caja Extremadura financiando la obra pese a que figuraban en la operación junto al BBVA). Además, con la crisis, la demanda de carburantes se ha hundido y no se ve la necesidad de una refinería. La DIA negativa supone la puntilla y prácticamente hace inviable recuperarlo en el futuro.

“Los técnicos del ministerio consideran que esta iniciativa es ambientalmente inviable por su potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana, el más emblemático de la red española de espacios protegidos, así como por sus afecciones al medio marino, en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima”, según un comunicado del departamento que dirige Miguel Arias Cañete.

El ministerio advierte que la instalación entrañaría “riesgos ambientales relacionados con los vertidos líquidos y la generación de residuos peligrosos de las instalaciones proyectadas” y considera que la instalación, “a más de 180 kilómetros de la costa, incumple los objetivos de eficiencia energética recogidos en la normativa europea”.

También incide negativamente “la afección al paisaje y al patrimonio cultural, ya que la refinería se sitúa en una parcela atravesada por la Vía de la Plata que forma parte del Camino de Santiago”.

La Junta de Extremadura dispone de un plazo de 15 días para pronunciarse sobre la propuesta del ministerio. Si en ese plazo no se recibe contestación, el ministerio formulará su declaración de impacto ambiental negativa. Cañete prometió agilizar las declaraciones de impacto ambiental y el ministerio afirma que así cumple su compromiso.

El expresidente de Extremadura Guillermo Fernández Vara, del PSOE, había hecho bandera de su apoyo a la refinería, promovida por el Grupo Gallardo, del empresario extremeño Alfonso Gallardo. La obra había generado una enorme polémica y hasta problemas con Portugal, lo que fue retrasando la decisión.

Los ecologistas habían hecho una campaña contra el proyecto y consiguieron sumar al patronato de Doñana —lo que le costó el puesto a Ginés Morata— y a la Unesco. La Junta de Andalucía, inicialmente a favor, cambió de parecer cuando perdió las competencias sobre el Guadalquivir por un recurso que Extremadura presentó en el Constitucional.

La plataforma Refinería No, WWF, Seo/Birdlife, Greenpeace y Ecologistas en Acción, valoraron la decisión de Cañete y denunciaron que “las fuertes presiones ejercidas por diversos intereses privados y por algunos cargos políticos para que la refinería saliera adelante han retrasado durante años esta decisión”.

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