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"Esto es tocar las pensiones"

Los jubilados consideran que pagar los medicamentos reducirá de manera notable su renta, algo que el Gobierno prometió no hacer “Como si me dieran dos tiros”, se queja una octogenaria

Carmen Morán Breña

Desde buena mañana, los jubilados ya estaban preguntando en las farmacias: “Oiga, y eso del 10% ¿qué significa?”. Pero los boticarios no tenían grandes cosas que contestar. “Esto va a ser difícil, habrá que hacer muchos cambios, si no, cómo vamos a saber qué cantidad tendremos que cobrarles a unos y a otros”, se pregunta Laura Peguero, que atiende un despacho en la calle de Alcalá (Madrid). En su mano agita el mazo de recetas rojas, las de los pensionistas, mucho más abultado que el verde.

Signifique lo que signifique el 10% y su forma de cobrarlo, a los pensionistas ya les está doliendo el bolsillo. “¿Que qué me parece? Como si me pegaran dos tiros, ya me dirán, con los 600 euros que cobro yo...”, dice Juana S., antes de cruzar renqueante la calle. En mayo cumple 88 años y va haciendo memoria de los medicamentos que necesita. “Para el colesterol, claro, y también para la rodilla, el Nolotil, que tengo una prótesis y...” ¿Para el estómago? “Ah, claro, también, el Anasagastra, para que el estómago no se me resienta con el resto de las cosas que tomo, claro”.

Otras tres mujeres, todas pensionistas y una de ellas nonagenaria, salen de la farmacia con una bolsa. Caminan por la acera agarradas del brazo, con pasos torpes. “Depende del mes, unas veces compramos más y otras menos, pero siempre algo, estamos hechas unas cacharras. Cualquier cosa que afecte al bolsillo no sienta bien, nosotras cobramos la pensión mínima”, afirman.

Cualquier medida que afecte a los pensionistas tiene un sesgo de género, porque hay más mujeres mayores que hombres, muchas más viudas, y ellas, a esas edades declaran siempre peor salud que ellos en las encuestas del Imserso. Además, sus pensiones son más bajas porque sus trabajos fueron peores y cotizaron menos. Así que, en este caso habrá más afectadas que afectados.

Los pensionistas no creen que deban ser ellos los protagonistas del ahorro a través del copago de los medicamentos. “Más de cuatro millones de pensiones están por debajo del salario mínimo interprofesional y un gasto extra para estas personas, por pequeño que pueda parecer les impediría hacer frente a otros pagos”, dice Luis Martín Pindado, presidente de Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP). Ese 10% sobre el coste de los medicamentos “parece poco, pero hay que tener en cuenta que a estas edades son muchas las medicinas que se toman. No es descabellado pensar que muchos pensionistas dejen de pagar otras cosas, como la luz o el agua, si tienen un gasto extra, les puede hacer un cisco”, afirma.

Los mayores, que en los últimos años eran el eslabón más débil en las estadísticas de la pobreza, han sobrellevado esta última crisis gracias a sus pensiones mientras que la pobreza ha ido adquiriendo un rostro más joven, el de miles de personas que se han ido al paro e incluso están siendo expulsados de sus casas por no poder afrontar la hipoteca. Esa es la razón de que muchos pensionistas hayan tenido que hacerse cargo estos años de sus hijos, de vuelta al hogar materno, y a veces también de los nietos. “Están ayudando a las familias con pensiones que son muy pobres. Decían que no iban a tocar las pensiones, pues esto es tocarlas, porque pagar los medicamentos, una exención que ya teníamos consolidada, es rebajar las pensiones”, afirma Martín Pindado.

En la Confederación Española de Personas Mayores, Ceoma, opinan que “debería cobrarse en función de la renta, no afectar a un colectivo concreto”. “Entendemos la situación por la que atraviesa España, esto afectará a personas que después de toda su vida en activo verán recortados sus derechos una vez más”. Entienden que no es de justicia que “una vez más, la mayor parte del esfuerzo deba hacerla una parte de la población muy vulnerable, como son los enfermos crónicos, pensionistas y jubilados, porque son quienes perciben las rentas más bajas”. Ceoma recuerda que a los pensionistas también les afectan otras subidas, como el IRPF, el IVA, los transportes, el agua, el gas o la luz.

“Entiendo que haya quien tenga pensiones más altas, pero no seré yo quien opine contra eso, porque el que cobra más es porque ha cotizado más, su trabajo le ha costado. Yo sugeriría al Gobierno que dé los medicamentos por dosis, que quizá así se podría ahorrar. Han hecho lo de siempre, medidas para los mayores sin contar con ellos, sin haber reunido siquiera al Consejo Estatal de Personas Mayores”, lamenta Martín Pindado.

Juana S, sigue esperando que se ponga verde el semáforo. Pregunta. “¿No dicen que el cuadro ese del [Francisco Álvarez] Cascos va a costar 72.000 euros? Pues de ahí podían ahorrar. Y a mí el Rey me cae simpático, pero todo ese séquito con el que viaja... ¿Y dice que esto va a salir en el periódico? Yo no lo compro, porque con esta paga no me llega, pero mañana lo voy a comprar”.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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