_
_
_
_
_

Bankia y Francia, en boca de todos

Personalidades del mundo político, económico y cultural arropan la gala y comparten confidencias Los corrillos tratan las noticias sobre Rato y Hollande

Alberto Ruiz-Gallardón, Ignacio Polanco y Alfredo Pérez Rubalcaba.
Alberto Ruiz-Gallardón, Ignacio Polanco y Alfredo Pérez Rubalcaba.SAMUEL SÁNCHEZ

Los corrillos de los invitados a la gran fiesta del periodismo de los Premios Ortega y Gasset se empecinaban en dos temas de conversación. En unos se hablaba de la crisis de Bankia y las razones de la salida de su presidente, Rodrigo Rato. En otros importaba el rumbo de Europa tras la victoria de François Hollande en las elecciones presidenciales francesas. Como el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, coincidió en el suyo con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se habló de las dos cuestiones. El ministro agradeció a Rubalcaba que hubiera tranquilizado a miles de ciudadanos esa misma mañana al declarar públicamente que tenía su dinero en Bankia y que él no estaba nada preocupado. Y ya puestos, Ruiz-Gallardón también le felicitó por el triunfo de socialista Hollande, del que Rubalcaba se congratulaba aprovechando que por allí pasaba el embajador francés en España, Bruno Delaye. El ministro también tenía motivos de satisfacción al ser el político más valorado por los ciudadanos, según el barómetro del CIS hecho público ayer. Ruiz-Gallardón saludó cordial al presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y también reinó la corrección en su saludo al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

El secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle; la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro; el vicepresidente primero del Senado, Juan José Lucas y la senadora Carmen Alborch se mezclaron con empresarios. Arturo Fernández, presidente de la CEIM, intercambió saludos con Manuel Polanco y los empresarios de comunicación Mauricio Carlotti, Paolo Vasile y Blas Herrero. En el acto se vio también al director de TVE, Santiago González, al pintor Eduardo Arroyo y a la historiadora Carmen Iglesias.

La crisis sobrevolaba los comentarios de los asistentes, aunque un ligero optimismo se abría paso con discreción en algunos de los discursos. Para Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del Banco Santander, “el Gobierno está tomando el toro por los cuernos y está afrontando el problema financiero que estaba acogotando al crédito y cuya fluidez tiene que volver a regar a las empresas y a las familias”.

Guillermo de la Dehesa, consejero y experto económico, quería demostrar que “ahora estamos mejor que hace unos días, porque tanto en la reforma financiera como en la laboral el Gobierno ha tomado una dirección acertada”. Y para dejar constancia práctica de ese rayo de esperanza estaba Pedro Pérez, presidente de los productores audiovisuales españoles. Pérez considera que su sector, que fue uno de los que primero entró en crisis, será de los primeros en salir, porque tiene capacidad de respuesta e imaginación. Otros empresarios como Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola, aludieron a la crisis con cierta distancia, aunque reconocen que en los últimos años empresarios y trabajadores han aprendido a ver cuál es el diagnóstico para poder salir de ella. En su opinión, hay que combinar una política de ajuste para controlar el déficit con una política monetaria que permita atisbar el crecimiento.

Los discursos sobre el periodismo en todas sus vertientes contribuyeron a la identificación de buena parte del auditorio con los premiados. La preponderancia de las redes sociales que ayer se puso de manifiesto en las distintas intervenciones preocupa a los políticos. Todos ellos, y así lo reconocía Alfredo Pérez Rubalcaba, y la diputada de UPyD Irene Lozano, entre otros, han abrazado esta herramienta como imprescindible para llegar a los ciudadanos. Compartía esta tesis el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva. Ahora bien, todos reconocen que la libertad de la Red encierra peligros para sus intereses. El 15-M, cuyo seguimiento ha sido reconocido en estos premios, ha ocasionado más de un dolor de cabeza a los partidos tradicionales.

La responsable de Políticas Sociales del PSOE, Trinidad Jiménez, y su compañero de partido Diego López Garrido, departían con representantes diplomáticos. “La atmósfera es de crisis”, decía Jiménez. Y como respuesta, la parte económica replicaba con esperanza. Luis Carlos Croissier, que conoció como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores unos tiempos más boyantes, considera que el Gobierno tiene en sus manos importantes decisiones que acometer para salvar el momento tan complicado que vive el sistema financiero, y cuyos problemas no se pueden demorar más tiempo. Según Croissier, el Gobierno ha tomado decisiones valientes que se traducirán en beneficio para toda la sociedad.

El economista Emilio Ontiveros también se apunta a la teoría de que de la reforma del sector financiero pueden salir beneficios para el conjunto del sistema económico, habida cuenta de que la recesión se ha instalado entre nosotros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_