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“Mi columna es como una caña de bambú"

El guitarrista de El Sueño de Morfeo ha grabado un documental sobre la enfermedad que padece

Alejandra Agudo
El músico Juan Luis Suárez.
El músico Juan Luis Suárez.SAMUEL SÁNCHEZ

Dice que prefiere que no le reconozcan porque es muy tímido, pero el camarero del restaurante le saluda: "Hace mucho que no le veo". "Es que he estado de baja", contesta Juan Luis Suárez (Gijón, 1976), guitarrista de El Sueño de Morfeo. Ha escogido el restaurante del hotel donde acostumbra a instalarse cuando recala en Madrid por trabajo, pero hace tres meses que no acompaña al grupo. Su enfermedad le ha retirado un tiempo de los escenarios, le ha tenido un mes en cama y otro más con muletas.

"Quiero que la gente vea que no todo es bonito en la vida de un artista, es como la de los demás". Así reflexiona sobre su dolencia, espondilitis anquilosante, la que solo su entorno más cercano conocía hasta que ha decidido grabar un documental acerca de su experiencia en colaboración con la Sociedad Española de Reumatología. "Mi columna es como una caña de bambú, las vértebras están soldadas". Y se dobla hacia un lado y otro, adelante y atrás, sin apenas desplazarse tres centímetros. Este es el síntoma que se ve, pero hay consecuencias invisibles: "No sé lo que es que no te duela la espalda".

Pero hace tiempo que el músico dejó de quejarse, desde que le diagnosticaron la enfermedad de manera tardía cuando tenía 25 años, después de haber sufrido casi una década de dolores que no tenían explicación y haber probado desde analgésicos hasta curanderos que le ponían grapas para mitigarlos. Ríe al contarlo. "Sentí alivio al saber lo que tenía". La espondilitis era un diagnóstico peor que la escoliosis que le habían tratado hasta entonces, pero Suárez dice no tener miedo. "Soy muy neurótico, pero no con la enfermedad". Le preocupa más que el viento lleve hasta su pueblo, Salinas (Asturias), los humos de la fábrica de cinc que hay a dos kilómetros.

Aunque mi espalda no se mueva, yo no paro"

A pesar de su proceder pausado para hablar, moverse y comer, Suárez se considera una persona inquieta. "Aunque mi espalda no se mueva, yo no paro". Hace surf, a su modo y hasta donde su flexibilidad le permite, ha creado una marca de ropa y hace reportajes fotográficos de las ciudades que visita. Confiesa que hacer muchas cosas le mantiene la mente ocupada, pero se toma un tiempo todos los días para la relajación y sus ejercicios de Pilates, incluso cuando está de gira. También cuida su alimentación. Si engorda, la presión que siente continuamente en su pecho se podría agravar. De hecho, se deja en plato la morcilla que acompaña al bacalao que ha pedido.

El guitarrista de El Sueño de Morfeo confiesa que no le gustan las entrevistas. "Prefiero estar en un segundo plano". Con el grupo no tiene problemas —"Raquel es la más conocida", dice—. Ha hecho una excepción a su timidez con el vídeo El sueño de Juan, en el que expone su intimidad porque quiere destacar la importancia de un diagnóstico precoz en la enfermedad. Pero Suárez tiene otros sueños más personales y sencillos para el futuro: disfrutar con salud de su mujer, la familia, pasear por su pueblo y tener una vida tranquila. "Sé que me voy a quedar anquilosado, pero mientras pueda caminar y tocar la guitarra…".

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Sobre la firma

Alejandra Agudo
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM

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