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El PSOE propone gravar el alcohol y controlar a las mutuas frente al copago

Calculan que se podrían lograr 6.300 millones al año en Sanidad con ahorro y eficiencia

María R. Sahuquillo

El PSOE afirma que el recorte en sanidad y la reforma del copago farmacéutico se podrían evitar. Para ello ha presentado un paquete de medidas con las que se podrían lograr, afirman, 6.300 millones. Proponen “alternativas” como gravar el tabaco y el alcohol, mejorar la gestión de cobros a las mutuas, extender la compra centralizada o aplicar la subasta de fármacos que se puso en marcha en Andalucía (ahora anulada por el Gobierno) a toda España.

Además de estas fórmulas de ahorro, el PSOE propone que los presupuestos destinados a sanidad tengan una afectación finalista, es decir que se dediquen en realidad a sanidad; algo que ahora no está garantizado. Este paquete de medidas --alguna ya recogida en el programa electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba-- busca ser una alternativa al recorte iniciado por el Gobierno con el Real Decreto de Medidas Urgentes para Garantizar la Sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, que establece por primera vez el copago farmacéutico para los pensionistas, revisa el copago de medicamentos para los activos en función de su renta e introduce el pago de los usuarios en preparados especiales dietoterápicos, transporte sanitario no urgente y prótesis. El real decreto ley, aprobado ayer, también restringe la atención a los extranjeros que estén en España en situación irregular. Medidas con las que el Gobierno aspira a ahorrar 500 millones de euros –aunque en un primer momento se aseguró que serían más de 7.700—.

Algunas medidas son similares a las que el Gobierno quiere poner en marcha

“Hay formas de conseguir la austeridad que necesita e sistema de salud y nuestro país sin tener que cargar contra los ciudadanos con medidas que pueden repercutir en su salud”, dice José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso. Así, en el documento aprobado el sábado por el Consejo Territorial del PSOE y presentado hoy por el Consejo Federal de Sanidad de este partido, calculan que con el aumento de los impuestos sobre el tabaco y el alcohol –de los que excluyen la cerveza, el vino y la sidra—se podían ingresar 1.500 millones de euros.

Los ingresos logrados con la mejora de cobro a las mutuas se cifra al menos 1.000 millones de euros. “Aunque los expertos creen que se puede ahorrar mucho más”, precisa Martínez Olmos, que explica que no solo es una cuestión de combatir el fraude, sino y sobre todo de crear un sistema para pasarles las facturas a estas entidades cuando alguno de sus afiliados sea atendido en la sanidad pública por un accidente laboral o, un accidente de tráfico o un accidente deportivo. “Muchas veces son los propios ciudadanos los que acuden a los centros sanitarios públicos y otras las mutuas quienes los derivan; pero no siempre se les pasan las facturas”, afirma el portavoz de Sanidad del PSOE.

Con la central de compras, que no acaba de arrancar, se ahorrarían 900 millones

Con otras medidas –algunas similares o iguales a las que ha enviado el Gobierno en su plan de ahorro a Bruselas-- buscan el ahorro de unos 3.800 millones. Entre ellas el desarrollo de una vez por todas de la central de compras para todas las comunidades (900 millones); el desarrollo de envases con las dosis de fármacos adecuadas parar los tratamientos estándares (700 millones de euros) que está en desarrollo desde 2010; los procedimientos de subasta de fármacos (1.500 millones); y el desarrollo de un programa de control de calidad a los pacientes crónicos polimedicados (700 millones de euros).

Martínez Olmos reconoce que algunas de las propuestas del PSOE –como la central de compras o la modificación de las dosis incluidas en los envases de medicamentos-- son similares a las del Gobierno. “Por eso pensamos que el Gobierno ha perdido la oportunidad de encontrar apoyo en cosas concretas. Hemos ofrecido diálogo a la ministra de Sanidad y no nos ha escuchado”, afirma.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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